Más de 60 casas y casetas de campo desvalijadas en los últimos seis meses en la Canal de Navarrés habían generado una notable alarma entre los vecinos de los cuatro municipios más afectados -Chella, Navarrés, Anna y Enguera-, a la que la Guardia Civil ha logrado poner fin con la detención de sus seis presuntos miembros.
Los acusados son un hombre de 60 años y tres de sus hijos, todos ellos varones, de 15, 16 y 21 años, además de otra chica menor de edad (16 años) y un joven de 21, amigo de los anteriores. Todos ellos tenían ya antecedentes por delitos contra el patrimonio a pesar de su juventud.
Las detenciones fueron practicadas a primera hora de la mañana del pasado miércoles, tras lo cual agentes de la Guardia Civil de Enguera registraron el domicilio de los cuatro arrestados que son familia. Se trata de una casa ubicada en el número 12 de la calle Juan Ramón Jiménez de Chella. Los vecinos asistieron atónitos al registro practicado durante casi cuatro horas por la Guardia Civil, que tuvo que recibir el auxilio del Ayuntamiento, con el préstamo de una furgoneta de la brigada de obras, para poder transportar el ingente cúmulo de objeto supuestamente robados que atesoraban.
«Había de todo», explicó a Levante-EMV uno de los numerosos vecinos que presenció el trasiego de enseres y guardias civiles que animó la mañana del miércoles en Chella. «Yo he visto hasta un motor fueraborda de una barca. Neveras, televisores, cajas enteras con móviles decían que había... ¡Y una lavadora y todo!».
Los agentes llenaron varias veces el furgón del ayuntamiento, que llevó cada carga a las instalaciones del cuartel de Enguera, donde permanecerán expuestos para que los posibles dueños acudan a identificar sus propiedades. Durante el registro, estuvo presente en todo momento la secretaria del Juzgado de Instrucción número 4 de Xàtiva, cuyo titular ha estado coordinando la investigación de la Guardia Civil desde que esta dio comienzo, a principios de año.
Oleada de robos nocturnos
Los ahora apresados -cuatro han quedado en libertad tras prestar declaración y los otros dos, los dos jóvenes de 21 años, comparecerán hoy ante el juez del caso- solían cometer los robos entre las once de la noche y las seis de la madrugada. Amparados en la noche, cortaban la valla metálica exterior y luego entraban en las casetas rompiendo ventanas o puertas con una palanca.
En ocasiones hasta comieron y bebieron de las despensas, que solían desvalijar para llevarse latas, botellas de alcohol y otros elementos como parte del botín, que se presume muy elevado.
