Una de las hipótesis que barajan los investigadores de la Guardia Civil sobre las circunstancias que rodean el macabro triple crimen ocurrido esta semana en una vivienda de La Vila Joiosa es que la madre del presunto asesino, Carlos Alberto Soler, de 37 años, intentó proteger de la agresión a los dos niños que murieron apuñalados el pasado martes, su nieto Carlos, de 7 años, y su hermanastra Cristina, de 14.

El cuerpo de la mujer, de 64 años y con problemas de movilidad, fue encontrado en una dependencia de la casa diferente a la habitación donde fueron apuñalados los hijos del agresor. La autopsia realizada al cadáver de la mujer indica que tenía múltiples signos de haber ofrecido mucha resistencia, por lo que la Guardia Civil cree que la víctima trató de proteger a los niños y se enfrentó a su hijo Carlos.

No tuvo fortuna y murió por heridas de arma blanca causadas con un cuchillo de cocina y un hacha que fueron intervenidos por la Benemérita en la escena del crimen. No obstante, también cabe la posibilidad de que muriera después de que matara a los niños y se enfrentara a su hijo por lo que había hecho.

Abrazados

Otra de las incógnitas que la investigación trata de despejar es si el agresor suministró alguna sustancia a sus hijos con el fin de garantizar que estuvieran dormidos profundamente y consumar con más facilidad el asesinato de ambos. Los dos menores, cuyos cuerpos fueron descubiertos abrazados en una habitación de la casa donde dormían juntos, fueron apuñalados por la espalda por el padre, quien se ensañó con ellos antes de incendiar la casa y autolesionarse para quitarse la vida.

Los resultados de las pruebas remitidas por los forenses a Toxicología desvelarán si ingirieron sin saberlo algún tipo de tranquilizante u otra sustancia.

Lo que no ofrece duda alguna para los investigadores de la Guardia Civil es la premeditación del crimen y su intención de causar daño a su exmujer, de la que se había separado y estaba a punto de firmar el divorcio en el juzgado.

La Benemérita ha intervenido una carta que fue remitida por correo por el supuesto asesino a un vecino antes de cometer el crimen y donde un asume su responsabilidad, al tiempo que deja entrever sus macabras intenciones. Por ello, la investigación descarta que sufriera la mañana del martes un trastorno que le llevara a matar a su hijo, a la hija de su exmujer y a su propia madre.

El presunto asesino, Carlos Alberto Soler, fue declarado en 2013 apto por el Ministerio del Interior en las pruebas de selección para trabajar como vigilante de seguridad y con esa profesión se presentaba en su perfil de Facebook. Sin embargo, no consta oficialmente que haya trabajado desde entonces en empresas de seguridad.

Pese a que el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, calificó esta semana los hechos como un crimen de violencia machista, la Fiscalía inicialmente no lo tramitará como tal porque la legislación no lo contempla en estos casos.