Cuatro miembros de una peligrosa banda organizada dedicada al secuestro, robo y extorsión de otros delincuentes se encontraban reunidos en un chalé de la pedanía de Alboi (Genovés) durante la noche del 23 al 24 de febrero de 2013 repartiéndose el botín de uno de sus golpes. En un momento dado de la velada uno de ellos sacó un arma por desavenencias económicas y el aquelarre de ladrones acabó en un tiroteo con un muerto y dos de ellos heridos de bala. El cadáver de la víctima fue hallado dos meses después en un campo de naranjos de Xàtiva junto a un fusil de asalto tipo «kalashnikov».
Ahora los tres acusados de matar a tiros a Valeriu Zagorodniuc, alías «el Ruso», y otros dos más que ayudaron a deshacerse del cadáver, acusados de encubrimiento, se enfrentan a penas que suman los 87 años de prisión. Los tres primeros, entre ellos el cabecilla de la banda, están acusados de los delitos de homicidio, pertenencia a banda criminal y depósito de arma de guerra. Para ellos el Fiscal solicita una pena de 24 años de cárcel. Además uno de éstos, de origen uruguayo, se enfrenta también a otros dos años más por el delito continuado de falsedad en documento oficial ya que en el momento de su detención se identificó a los agentes con un permiso de conducir y un carné de identidad falso.
«Una partida de cartas»
El juicio por estos hechos comenzó ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia. Los cinco acusados, cuatro hombres y una mujer, negaron haber participado en el tiroteo y aquellos que reconocieron estar presentes en el mismo alegaron que se encontraban «jugando a las cartas», negando así que la reunión tuviera cualquier tipo de relación con actividades ilegales.
«En un momento dado Valeriu se levantó con un arma y Ángel trató de quitársela», relataba uno de ellos en el juicio. «Sonó un disparo y mi reacción fue salir corriendo porque tenía miedo», alegaba otro. En ello coincidieron destacando que se subieron al coche y se marcharon de allí sin pensar en si «el ruso» estaba vivo o muerto.
Asimismo, dos de los acusados, que resultaron heridos de bala en el tiroteo con la víctima, acudieron esa misma noche al Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva donde recibieron asistencia médica. El cabecilla de la organización criminal, que asaltaba a narcotraficantes y otros delincuentes, permaneció varios días ingresado en el Hospital La Fe dada la gravedad de sus lesiones.
Por su parte, otros dos acusados volvieron al día siguiente al domicilio donde se produjo el tiroteo para limpiar los vestigios del crimen y trasladaron el cadáver de Valeriu hasta un campo de naranjos próximo al camino Senda de Murcia, en el término municipal de Xàtiva, donde lo abandonaron junto a un subfusil de asalto ruso para tratar de despistar a los investigadores.
Los acusados negaron también haber movido el cuerpo del fallecido, aunque éste fue localizado el 19 de abril de 2013 a varios kilómetros del lugar donde lo mataron.
