La Policía Nacional detuvo en la Comunidad de Madrid a los dueños de ocho talleres acusados de manipular vehículos diesel y retirar sus filtros antipartículas (FAP) para evitar su sustitución, cuyo coste asciende a unos 1.200 euros.

Los defraudadores cobraban entre 100 y 200 euros por la eliminación de estos elementos en los coches y reprogramaban además el software de los vehículos diesel para burlar los controles de las ITV. efe madrid