Las investigaciones y el testimonio aportado por las víctimas ya identificadas ha permitido constatar la evolución en la forma de actuar del apresado. Así, en la década de los 90 estaba de moda el uso de equipos de radioaficionado y captaba a niños, con los que luego lograba concertar citas. La generalización del uso de internet fue aprovechada por el implicado para utilizar programas de chat donde presuntamente se hacía pasar por chicas menores para captar a chicos. De esta forma, práctica conocida como «grooming», conseguía que los menores le facilitaran fotografías o vídeos de contenidos sexual. También actuaba en las calles utilizando a su perro como reclamo. P. c./ M. c. alcoi