El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para el valenciano Jose Manuel Ramírez y su pareja Pilar Otero, acusados de estafar a 50.000 personas en todo el mundo a través de su empresa Unetenet. Como publicó Levante-EMV en julio, la Policía Nacional desarticuló esta trama piramidal, que estafó 28 millones de euros a sus víctimas.

Ahora, el juez ha dictado en su auto la orden de ingreso en prisión provisional para ambos por presuntos delitos de integración en organización criminal, estafa y blanqueo de capitales, al ser los «máximos responsables» de la trama utilizada para desviar los fondos defraudados.

El titular del Juzgado central de Instrucción número 3 reconoce que ambos viajaron desde el extranjero para declarar voluntariamente, pero considera que existe un «riesgo de fuga» y de destrucción de pruebas, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y el «elevado» importe de los fondos que han depositado en el exterior y que podrían servir a los «miembros del grupo familiar» para huir.

Unetenet prometía conseguir dinero fácil dedicando solamente «unos minutos al día trabajando desde casa, sin desplazamientos y con unos beneficios inalcanzables en cualquier otro trabajo». Según el juez, la función del cliente consistía en invertir sus ahorros, publicitar la marca en las redes sociales y animar a amigos y familiares a participar en el negocio. Para ello, los acusados se ponía en contacto con otros responsables intermedios que sabían de la estafa, para„como es habitual en las tramas piramidales „ organizar eventos y charlas presuntamente informativas.

Según la investigación, para obtener beneficios había que comprar de una serie de «packs» que les posibilitaba ofrecer la publicidad de Unetenet y empezar a generar ingresos.

Las ganancias conseguidas irían en proporción con el pack contratado y pagado previamente por la víctima. Por ejemplo, Unetenet prometía unos beneficios anuales de 67.600 dólares con una inversión de 18.000.

La moneda virtual

Una segunda fase de la estafa se produjo cuando la empresa decidió abonar los presuntos beneficios a través de una moneda virtual inventada por Ramírez Marcos y Otero, denominada «Unetecoin» o «Unete». A partir de entonces los clientes debían vender la nueva moneda virtual, que carecía de valor alguno, «al precio que estimaran conveniente», dejando de esta forma que fueran los propios usuarios los que se encargaran de recuperar sus inversiones.

En una de las entrevistas que todavía hay en internet, el valenciano disfraza la estafa diciendo que ha creado una «versión 3.0» del negocio en la que los clientes son «franquiciados» y «el 100% de ellos deben promocionar Unetenet para obtener beneficios».