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Juicio

Le piden 13 años de prisión por falsificar un billete de 500 euros que luego se comió

La acusada ingirió el documento en presencia de la policía para eliminar la prueba

La ingesta de un billete falso de 500 euros podría salirle bien cara a una mujer de 30 años y madre de cuatro hijos. El Ministerio Fiscal solicita para ella una pena de trece años y ocho meses de prisión después de que ésta se tragase un billete falso al ser supuestamente descubierta cuando intentaba pagar con el mismo una compra por un importe de 25 euros en un establecimiento comercial de Gandia. La acusada de un delito de distribución de moneda falsa, estafa en grado de tentativa y atentado a agente de la autoridad se comió el citado billete en presencia de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al ser alertados por la seguridad del comercio.

No obstante, pese a que hizo desaparecer la prueba física de su presunto intento de estafa, la Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de distribución de moneda falsa, así como de un delito de estafa en grado de tentativa. Además, se le acusa de un delito de atentado a agente de la autoridad, ya que para apoderarse nuevamente del billete llegó a morder a uno de los policías, aunque como recoge el fiscal en su escrito, éste no presentara parte de lesiones alguno.

El letrado Vicente Monzó, encargado de la defensa de esta mujer, considera desproporcionada la pena solicitada por la Fiscalía. «Es una auténtica aberración, no se cumple el tipo penal de ninguno de los delitos», asegura. Asimismo, argumenta que el problema está en la propia redacción del artículo 386 del Código Penal, en el que «el legislador no ha tenido en cuenta la cantidad falsificada y estipula una pena de entre ocho y doce años bien sea un billete o una maletín lleno de dinero falso».

Establecimiento de Gandia

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de julio en un establecimiento comercial de Gandia cuando la ahora acusada trató de pagar una compra de apenas 25 euros con un billete falso de 500. La cajera comprobó la falsedad del mismo mediante el detector de billetes y solicitó la presencia del vigilante, quien a su vez alertó a la policía. Sin embargo, la acusada le arrebató «de forma súbita e inesperada» el billete al agente, para «metérselo en la boca y hacerlo desaparecer», según el escrito del fiscal.

La mujer fue detenida por falsificación de moneda e intento de estafa. Además, al contar con un antecedente por delitos similares, por los que ya fue condenada en diciembre de 2010 a tres años de cárcel, el juez acordó su ingreso en prisión provisional.

Finalmente su letrado logró que saliera en libertad tras pagar una fianza de 15.000 euros. «No se cumple el principio de proporcionalidad tampoco en la cuantía de la fianza solicitada y el importe de la falsificación», criticó Monzó.

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