Un hombre de 33 años ha sido arrestado en un municipio de l' Horta acusado de un delito de abusos sexuales y amenazas a una menor de quince años, a quien presuntamente acosó durante cerca de un año. Ante los antecedentes penales del detenido y «el peligro de que puedan suceder hechos de la misma naturaleza o más graves en lo sucesivo», el juez ha acordado su destierro del municipio donde reside la víctima -cuyo nombre omitimos para preservar el anonimato de la menor- como «medida de alejamiento reforzada», según ha podido saber Levante-EMV.

«Se hizo pasar por un chico de 18 años para conseguir el teléfono de mi hija y desde entonces la viene acosando y mandándole mensajes subidos de tono», explicó a este periódico la madre de la víctima. Aunque los hechos comenzaron en octubre de 2014, cuando ambos se conocieron en la vivienda del padre de una amiga de la adolescente, la madre de la chica asegura que no tuvo conocimiento del acoso hasta que su otra hija se lo contó.

Este mismo verano el ahora detenido siguió a la menor hasta un parque en el que estaba con unos amigos. Cuando se marchó de allí y se dirigía sola a su domicilio, la adolescente fue abordada por el presunto agresor, quien trató de besarla y manosearla en un portal. «La sujetó de los brazos y le tapó la boca para que no pidiera auxilio», relatan fuentes próximas a la víctima.

En ese momento la menor prefirió no denunciar los hechos por miedo. No obstante, cuando su madre se enteró de lo ocurrido y de que no era la primera vez que la acosaba, fue a hablar con este vecino para que la dejara en paz. «Después de hablar con él la dejó tranquila un tiempo, pero parece que ha vuelto a las andadas», explicó la progenitora de la víctima.

La atacó con una navaja

El último incidente se produjo el pasado sábado por la tarde cuando el sospechoso se cruzó con la menor en la pasarela que une los municipios de Alcàsser y Picassent. Según el relato de la víctima, su agresor le sacó una navaja y la amenazó con matarla a ella y a toda su familia si seguía sin hacerle caso. La adolescente salió corriendo y al final de la pasarela se encontró con un vehículo de la Guardia Civil, cuyos agentes se percataron de su estado de nerviosismo.

El presunto agresor huyó del lugar y se deshizo presuntamente de la navaja arrojándola al barranco. Pese a que los agentes buscaron el arma entre los matorrales de la zona, finalmente no se pudo encontrar dado que hay mucha vegetación. En el auto en el que se acuerda la orden de destierro el juez refleja precisamente el hecho de la presencia policial como el elemento que evitó que el acusado llevara a cabo sus amenazas. «Lo único que impidió que utilizara el arma para su propósito fue la aparición de unos vehículos de la Guardia Civil».

Así, ante los indicios racionales de verosimilitud de los hechos denunciados el Juzgado de Instrucción número tres de Picassent ha acordado una medida de alejamiento reforzada por la que se le prohibe al acusado pisar el municipio donde reside la víctima.