Un agente de la Policía Local de Valencia ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento oficial después de que la Audiencia Provincial de Valencia considere probado que el acusado puso al menos dos denuncias falsas por mal estacionamiento a una misma persona a sabiendas de su falsedad, «lo que denota animadversión, malquerencia o antipatía» hacia el usuario de dicho vehículo.

Asimismo, la Sección primera de la Audiencia condena al policía a pagar una multa de 5.760 euros y una indemnización de 10.000 euros al afectado. De igual forma la sentencia, que será recurrida por la defensa del acusado, implica la «pérdida definitiva del empleo como policía local».

Los magistrados no han dado credibilidad alguna al relato del compañero del policía acusado ni al trabajador de la grúa que participó en al menos uno de los supuestos enganches denunciados, quienes ratificaron la versión del agente acusado. Incluso califican sus declaraciones de una serie de «despropósitos» que desvirtuan lo que sería el «crimen perfecto».

Así al sentencia establece probado que en la primera de las denuncias, que se remonta al 11 de noviembre de 2011, el vehículo del denunciado se encontraba «correctamente estacionado» en la calle Río Escalona de Valencia, según las declaraciones de los testigos que presentó la acusación el día del juicio. No obstante, ninguno de ellos estaba presente al iniciarse la discusión con la policía.

Tanto el acusado como su compañero aseguraron en el juicio que el vehículo estaba estacionado en doble fila al igual que muchos otros y que mientras multaban a otro coche el usuario del mismo lo movió de sitio estacionándolo correctamente. La sentencia califica dicha versión de «poco creíble».

De igual forma en la segunda de las denuncias cuya falsedad consideran probada, que data del 25 de enero de 2013, los magistrados basan su decisión en el testimonio del dueño de un taller, quien manifestó en la vista oral que el vehículo se hallaba en el mismo el citado día. Así como en la factura presentada por el denunciante, aunque esta prueba únicamente esta firmada por el cliente y al juicio no acudió el trabajador que se hizo cargo de la supuesta revisión rutinaria -que duró cuatro días-.

«Es increíble y fatalmente asombroso que se llegue a afirmar por un agente de la policía que el coche fue enganchado y que el conductor de la grúa desengancha el vehículo sin haber efectuado el pago de la tasa», concluye la sala.