Un agente destinado en el puesto de la Guardia Civil de Picassent, que se encontraba pasando unos días en Finestrat, salvó a un hombre de morir asfixiado con su propia lengua el pasado viernes. La rápida actuación de este guardia franco de servicio evitó la muerte de esta persona, de unos 40 años y origen suramericano, quien sufrió lo que parece ser un ataque epiléptico cuando se encontraba en la parte de atrás de un vehículo. Fuentes sanitarias apuntaron que el hombre fue trasladado al Hospital de la Vila con fuertes dolores en el pecho pero ya estabilizado gracias a la pericia del agente. «Ha vuelto a nacer», aseguraron dichas fuentes a Levante-EMV.

El agente logró sacarle la lengua de la garganta y varios coágulos de sangre que le estaban obstruyendo las vías respiratorias. Para ello utilizó sus dedos pulgares e incluso una brocha que le prestó un conductor que pasaba en ese momento por allí, según explicaron fuentes conocedoras de lo ocurrido, quienes destacaron la gran actuación de este guardia civil.

Los hechos ocurrieron en torno a las doce del mediodía del pasado viernes cuando el hombre de unos 40 años, y sin antecedentes epilépticos previos, sufrió un ataque en la parte trasera de un vehículo en marcha que circulaba por el término urbano de Finestrat.

El conductor del coche paró inmediatamente y, al percatarse de lo que estaba ocurriendo, un agente de la Guardia Civil de Picassent, que se encontraba en ese momento pasando unos días en Finestrat, trató rápidamente de abrirle la boca para sacarle la lengua y que no se asfixiara.

Fueron momentos de gran tensión ya que el hombre tenía la boca rígida y pese a que el agente trataba de alcanzarle la lengua, apenas podía tocarla. Finalmente e incluso tras sufrir lesiones en sus dedos, el guardia civil pudo extraerle la lengua y poco a poco el hombre retomó la respiración y el color del rostro.

Un conductor que también detuvo su vehículo para ayudar le prestó una brocha al agente, con la cual éste pudo sujetarle la lengua para que no volviera a atragantarse. Así permaneció hasta la llegada de la ambulancia del SAMU, que trasladó al herido al Hospital General de la Vila, donde quedó ingresado a la espera de que le sometan a varias pruebas.