Agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia han detenido al indigente que presuntamente mató hace cuatro años a otro prendiéndole fuego mientras dormía en un banco de la plaza Juan de Vilarrasa, en el centro de Valencia. El arrestado, de nombre José Antonio y de 51 años de edad, fue apresado en la tarde del lunes en Benimaclet y es la persona que estaba con él la noche en que se produjeron los hechos y quien alertó de lo que sucedía.

La mayor dificultad con que se han enfrentado los investigadores ha sido determinar con certeza si el incendio que acabó con la vida de Miguel García, que tenía 62 años cuando murió, había tenido un origen accidental o intencionado. Para ello, han sido necesarias numerosas pruebas de laboratorio, ya que el ahora detenido no utilizó ningún tipo de acelerante.

El homicidio de Miguel García se produjo minutos antes de la una de la madrugada del 18 de febrero de 2012, cuando en el parque que ocupa la plaza Juan de Vilarrasa, muy cerca del Mercado Central de Valencia, dormían, como cada noche, varios indigentes. Entre ellos, dos muy conocidos: Miguel, apodado el Chispas, y su mejor amigo, José Antonio, con el que compartía banco cada madrugada.

Su mejor amigo

De hecho, uno dormía sobre las maderas (Miguel) y el otro, justo debajo. Instantes antes de la una de la madrugada, José Antonio empezó a gritar que Miguel estaba ardiendo. Pronto alguien avisó a la policía y la plaza se llenó enseguida de agentes. Unos policías nacionales le echaron unas mantas por encima para sofocar el fuego, pero ya era tarde para Miguel. Había muerto abrasado.

Tras una larga y compleja investigación, los agentes de Homicidios lograron determinar que el incendio sí había sido provocado, esto es, que se trataba de un homicidio, y que nadie más que José Antonio podía haber cometido el hecho. Para ello fueron visionadas las grabaciones de decenas de cámaras de todo el barrio, en busca de un sospechoso. Nada.

Una y otra vez las sospechas volvían a recaer sobre el amigo del fallecido. Para cuando se determinó su presunta autoría, llegó el segundo problema: localizarlo. José Antonio seguía viviendo en la calle y no ha sido fácil dar con él. Finalmente, los investigadores lograron establecer que estaba viviendo por Benimaclet y, el lunes por la tarde, consiguieron por fin detenerle. Está previsto que hoy sea entregado al juez.