Un niño de once años, a quien su madre había recogido junto a su hermano de diez años del centro de menores tutelados en el que reside, fingió que necesitaba ir al servicio de una gasolinera para advertir a un empleado de que la mujer conducía bajo los efectos del alcohol, según informaron los Mossos d'Esquadra en un comunicado.

Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, sobre las 19.00 horas, en la localidad gerundense de Vidreres, cuando el trabajador del establecimiento fue conminado por el pequeño a alertar a la policía dado el estado que presentaba su madre.

Personados en el lugar, los Mossos d'Esquadra instaron a la mujer, de 46 años y nacionalidad española, a someterse a la prueba de alcoholemia y, ante su negativa y los síntomas de embriaguez, procedieron a su detención acusada de un delito contra la seguridad vial.

Su estado de embriaguez era tal que hasta un niño de once años se percató de que no estaba en condiciones de ponerse al volante de un vehículo, señalaron las fuentes consultadas.

Los dos niños fueron devueltos al centro de tutelaje y, ahora, la Generalitat de Cataluña deberá analizar los hechos y la situación en la que queda la madre respecto a la posibilidad de disfrutar de nuevos permisos para convivir unos días con sus hijos. Los servicios sociales analizarán en profundidad el caso para evitar que esta mujer pueda poner a sus hijos otra vez en peligro.