La Guardia Civil detuvo a un joven conductor tras una larga persecución por las calles de la ciudad de Valencia, por las cuales el fugado llegó a circular a 150 kilómetros por hora.
La temeraria huida que comenzó después de que el joven, de 25 años y nacionalidad española, hiciese caso omiso a un control del cuerpo de seguridad a las afueras de la capital, acabó con un trompo y agresiones a uno de los agentes. A todo esto se le suma que había quebrantado una orden de alejamiento sobre una joven.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del viernes al sábado en una carretera del término municipal de Xirivella. Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al caso, los agentes de la Guardia Civil habían dispuesto allí un control rutinario al cual se aproximó un BMW modelo Serie 3 conducido por un joven, al cual le acompañaba una chica.
El chico, lejos de hacer caso a la indicación de los agentes, aceleró para huir, llevándose incluso por delante los conos del control. Ante esta situación, los guardias comenzaron una persecución para interceptar el coche.
El conductor no cesó en su empeño por dejar atrás a los agentes y accedió a Valencia por la Avenida del Cid, donde según las mismas fuentes, el joven llegó a circular a una velocidad estimada de 150 kilómetros por hora, con el peligro que conllevaba para la seguridad del tráfico. Además, en su fuga el conductor se saltó semáforos en rojo y señales de tráfico para evitar ser alcanzado.
Varios kilómetros de persecución
El joven logró escapar de los agentes durante un tiempo considerable, puesto que la detención se produjo en la calle Uruguay, en el distrito de Jesús. Así, recorrió al menos cinco kilómetros por las calles de la ciudad con los agentes detrás de él hasta que su huida finalizó con un trompo en la citada calle tras ser alcanzado por la Guardia Civil. Afortunadamente, durante esta escapada a toda velocidad, el conductor no chocó con ningún otro coche estacionado o que circulase en ese momento.
Tras la huida del control y su conducción temeraria, el joven no tuvo problema en sumar una ilegalidad más, puesto que según explicaron fuentes conocedoras del suceso, además se resistió agresivamente a los agentes.
Es más, en su encuentro cara a cara con sus perseguidores, el conductor no dudó en propinarle un puñetazo a un guardia civil.
Los agentes de las fuerzas de seguridad comprobaron que el joven iba acompañado de una chica, aparentemente pareja de éste. Posteriormente, se comprobó que el detenido estaba quebrantando una orden de alejamiento, puesto que no podía estar con dicha chica, a la que al parecer habría maltratado en una ocasión anterior. Asimismo, el arrestado se negó a que le realizase el test de consumo de drogas.
El joven fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil ara posteriormente ser trasladado al juzgado de guardia. El juez decretó el ingreso en prisión provisional del joven por los delitos de conducción temeraria, atentado contra la autoridad y quebrantamiento de orden de la alejamiento.
