Los familiares de Magdalena Torres y su hija Elvira Maldonado, asesinadas el pasado 8 de noviembre en Llíria tras ser tiroteadas en la calle por el exmarido de ésta última, quisieron ayer hacer un llamamiento contra la lacra de la violencia machista «que se cobra cada año más víctimas que el propio terrorismo». «50 mujeres muertas al año son muchas y queremos hacer ver que no se trata de hechos puntuales, sino de actos concatenados cuyas penas deberían de estar equiparadas a las de delitos de terrorismo», aseguró el portavoz de la familia, José Miguel Maldonado.

Así, tras personarse como acusación particular, su letrado Luis Marimón apuntó que en crímenes como el acontecido, donde madre e hija fueron abatidas a tiros delante del hijo y nieto de éstas -de solo cuatro años- «debería aplicarse la prisión permanente revisable». No obstante, todavía están en un fase incipiente de la instrucción y deben estudiar si se puede solicitar dicha pena.

Del mismo, durante la rueda de prensa convocada por el Ayuntamiento de Llíria, los familiares de las víctimas reafirmaron su intención de combatir con «todos los mecanismos de la Justicia a su alcance para que este criminal pague por lo que ha hecho». José Miguel Maldonado, criticó que desde prisión el acusado está enviando cartas criminalizándolos y acusándoles de hechos delictivos sin fundamento alguno, cuando desde el minuto uno la familia ha demostrado que su objetivo no es tomar represalias, sino «que la Justicia caiga con todo su peso contra el asesino de su tía y prima».

La Asociación Clara Campoamor

Junto a los hermanos e hijos de las fallecidas, Enrique y Ricardo, se encontraba el letrado de la acusación particular, Luis Marimón; el alcalde, Manolo Civera; el representante de la asociación gitana Adonay, Jose María Cortés; y el abogado de la Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, Virgilio Latorre.

Latorre explicó que su defensa va más allá de estas dos mujeres asesinadas y aglutina los derechos colectivos de la mujer. Así, afirma que los crímenes machistas no deberían ser tratados como hechos aislados y están trabajando día a día para que la legislación introduzca medidas más exigentes y duras.

En este caso concreto la Asociación Clara Campoamor se ha personado entre otras cuestiones por el hecho de que se trate de tres víctimas, incluyendo al menor que presenció los hechos, y por los antecedentes clínicos del acusado que a priori podrían dificultar la acusación. «Estamos aquí para sortear esos obstáculos».

La familia no quiere que la estrategia del acusado, quien trata de alegar un supuesto trastorno mental, le sirva para eludir las penas más graves. «Es un criminal, su actuación no es un hecho puntual de un día que se le cruzan los cables, porque tiene un historial de trata de blancas, orden de alejamiento y agresiones de todo tipo», detalló el portavoz, quien no quiere que este doble crimen «se quede en una estadística más».

Asimismo, el portavoz de la familia reprochó las acciones iniciadas desde la cárcel por el presunto asesino, quien «en lugar de arrepentirse por un crimen que no tiene nombre», ha escrito al juez para criminalizar a la familia de las víctimas e incluso trató de inculpar del crimen a su propio hermano, como ya adelantó en exclusiva Levante-EMV. La jugada le salió mal y esta inverosímil acusación fue la que posteriormente permitió localizar al conductor que lo llevó hasta Llíria ese día, también imputado en la causa, y quien testificó en su contra.