El exdirector del colegio Salesianos de Cádiz Francisco Javier López Luna ha negado haber abusado sexualmente de sus alumnos y ha dicho que fue «un niño entre niños» como parte de una «intervención educativa» para acercarse a estudiantes que «tendían al conflicto» y que «se han aprovechado» de él.

En la primera sesión del juicio contra este sacerdote que se ha iniciado ayer en la Audiencia de Cádiz, el exdirector del colegio ha rechazado tajantemente todas las acusaciones del fiscal, que pide para él penas que suman 38 años de prisión por doce delitos de abusos sexuales a menores.

El acusador público recoge el relato de cerca de una treintena de alumnos de entre 12 y 14 años que en el verano de 2013, cuando saltó el caso, denunciaron que el director les había ofrecido golosinas, dinero o jugar en la tableta a cambio de que fueran a su despacho y participaran con él en determinados juegos que, según los muchachos, fueron incrementando su grado de violencia y contenido sexual.

En su declaración ante el tribunal, el sacerdote ha tachado de calumnias estas acusaciones y acusó al primer menor denunciante, al que intentó desacreditar diciendo que «tiene un grupo de rock satánico», de haber desencadenado el proceso en una supuesta venganza porque no quería dar religión.