Un niño de doce años falleció ayer en el incendio declarado en una vivienda de Benifaió mientras las fuerzas de seguridad lograban rescatar a dos personas más que se encontraban en el piso, un primo del menor de 33 años que también descansaba en otra estancia y un hermano de tres años, tras derribar la puerta exterior, que se encontraba cerrada con llave.

El adulto no disponía de llaves para abrir y únicamente pudo coger al más pequeño y salir al balcón a pedir ayuda, según su declaración ante la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido. La principal hipótesis, según ha podido saber Levante-EMV, apunta que el incendio se originó en una sartén que había al fuego y que, como consecuencia del aire, prendió primero unas cortinas y se propagó.

Los hechos se produjeron sobre las 17,45 horas en la vivienda familiar, un segundo piso de la calle Canyar, en la periferia de Benifaió. El padre del menor relató que había salido de casa pasadas las cinco de la tarde para realizar unas gestiones en la comisaría de Alzira y que, cuando se fue, su hijo mayor «estaba durmiendo». Se trata de una familia de origen magrebí que reside en Benifaió desde hace prácticamente 16 años. Los tres hijos del matrimonio han nacido en esta localidad de la Ribera Alta y, según algunos allegados, el padre también dispone de la nacionalidad española.

Los vecinos del primer piso fueron los que dieron la voz de alarma. Antonio Martínez relató a Levante-EMV que había escuchado primero unos «golpes o ruidos» que no le llamaron especialmente la atención «acostumbrado», dijo, a este tipo de molestias procedentes del piso superior hasta que escuchó un «golpe más fuerte» que intuyó como una caída de cristales. «Ha sido ahí cuando le he comentado a mi mujer que algo estaba pasando y al asomarse ha visto el humo», indicó.

Su reacción fue bajar al garaje en busca de un extintor para tratar de sofocar el fuego aunque al llegar a la vivienda se encontró con la puerta cerrada. Según explicó, las fuerzas de seguridad llegaron con gran rapidez, derribaron la puerta y lograron sacar «con toallas y mantas» al hombre de 33 años y al niño de 3 pero ya nada se pudo hacer por el otro menor. La concentración de calor en la habitación en que fue encontrado provocó incluso el desplome de una pared. «Se ha hecho todo lo que se ha podido», indicó este vecino, mientras destascaba la rápida actuación de la Policía Local y la Guardia Civil. El Consorcio de Bomberos desplazó unidades de los parques de Alzira y Silla que se encargaron de sofocar el fuego.

Intentó coger a los menores

El primo de los niños prestó declaración en el cuartel de Almussafes poco después del incendio y señaló que se encontraba durmiendo en la sala de estar cuando olió el humo, se levantó y vio que había fuego en una habitación que hay junto a la otra sala de estar más pequeña. Su reacción fue, según se relato, coger a los niños, primero al más pequeño en esta salita y cuando fue a buscar al otro ya no pudo acceder a su habitación donde, según dijo, se había iniciado el fuego.

Al ver que el pequeño empezaba a presentar signos de asfixia trató de salir y se encontró cerrada la puerta de la vivienda por fuera, según apuntó, posiblemente para que los niños no pudieran salir en un descuido. No tenía llaves y optó por buscar el balcón para pedir ayuda.

Numerosos vecinos se acercaron a la calle Canyar, donde se vivieron momentos dramáticos con los gritos de la madre que, según indicó su marido, se encontraba en el médico con el hijo de 8 años. El ayuntamiento ha declarado un día de luto oficial y ha convocado para hoy a las 12 del mediodía un minuto de silencio en la plaza Mayor.