Agentes de la Policía Nacional detuvieron a tres personas dedicadas a la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Las víctimas eran captadas por el método «lover boy» con el que les hacían creer que mantenían una relación sentimental y posteriormente eran obligadas a prostituirse. El líder de la banda le prometió a una de las mujeres una vida de lujos en Europa, pero acabó siendo trasladada a la Junquera en coche para ser explotada sexualmente.

Tras dos meses, la víctima logró huir de sus explotadores y llegó hasta Carcaixent donde residían sus padres y donde no volvió a saber más de sus captores. Pero en el año 2014 sufrió un intento de secuestro por miembros del entramado.