Conoció a su víctima en un club gay de Valencia esa misma noche. Tras entablar conversación con éste, logró que le llevara a su domicilio y a la mañana siguiente desapareció llevándose 150 euros y el teléfono móvil del denunciante. No obstante, el ahora detenido cometió un pequeño fallo: antes de llegar al piso se detuvo en una gasolinera a repostar -importe que también pagó el estafado-. Las cámaras captaron la matrícula de su coche y esto permitió a los investigadores días después llegar hasta él. Además de ser detenido por el delito de hurto el sospechoso acabó también acusado de un delito contra la seguridad vial ya que carecía de permiso de conducir.

El arrestado el pasado miércoles aceptó ayer una pena de 62 días de trabajos en beneficio de la comunidad y 120 euros de multa por sendos delitos después de un juicio rápido en el juzgado de instrucción número 21 de Valencia, donde reconoció los hechos.

Según la denuncia presentada por la víctima en una comisaría de Valencia, los hechos ocurrieron en la noche del pasado sábado 24 de septiembre cuando conoció a un hombre, de 45 años y nacionalidad colombiana, en un local de ambiente gay de la ciudad. Tras entablar conversación y creer que había ligado, el denunciante, de 46 años y origen polaco, se lo llevó a su domicilio.

Después de pasar la noche juntos, al amanecer, la víctima descubrió que su amante había desaparecido y que le faltaban 150 euros y un teléfono móvil, supuestamente sustraídos por éste. Así, manifestó a los agentes que recordaba que el presunto ladrón había parado en una gasolinera de camino a su casa. Gracias a ello la policía logró identificar el vehículo en el que circulaba, un Renault Megane, y comprobaron que su propietario tenía el permiso retirado, por lo que también se le imputó un delito contra la seguridad vial.