La joyera valenciana Sofía Monteagudo, víctima del conocido robo de la tiara de Evita Perón, fue juzgada ayer y condenada -tras llegar a un acuerdo de conformidad- a una pena de dos años y tres meses de prisión por un delito continuado de apropiación indebida de casi medio millón de euros en joyas que le dejaron en depósito 14 clientes. Dicha condena se suma a la que ya se encontraba cumpliendo la acusada, de cuatro años, por un delito de malversación.

La conocida empresaria, asidua a la Feria del Lujo de Valencia donde exhibía sus millonarias colecciones, reconoció los hechos por los que estaba acusada y se ha comprometido a pagar las cantidades defraudadas a los afectados en concepto de responsabilidad civil. De esta forma ha visto reducida la petición inicial de pena solicitada por el fiscal de seis años de cárcel a sólo dos años y tres meses al contemplar las atenuantes de reparación parcial del daño y confesión. Asimismo la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia le impone también una multa de 600 euros.

La acusada, que regentaba una joyería en la plaza de la Reina de Valencia, acudió al juicio esposada y custodiada por los agentes de la policía ya que se encuentra cumpliendo otra pena de prisión impuesta en 2014. En esa ocasión fue condenada a cuatro años de cárcel por vender las joyas del botín recuperado tras el robo a su establecimiento en diciembre de 2009, incumpliendo así los requirimientos del juzgado.

148.800 euros a una afectada

La sentencia de conformidad impuesta ayer recoge que la joyera, «guiada con la intención de obtener un beneficio económico a costa de lo ajeno, y dando una apariencia de normalidad a los clientes» -pese a los problemas económicos de sus empresas- conseguía que éstos le dejaran en depósito joyas y relojes para su posterior venta. No obstante, cuando regresaban al establecimiento ésta les comunicaba que las piezas ya habían sido vendidas sin darles el importe de la venta o entregándoles cheques carentes de fondos.

Mediante esta mecánica se apropió de joyas por un importe total que asciende a los 484.000 euros. Aunque inicialmente había más afectados, tras abonar algunas ventas, la cifra de estafados se redujo a 14. «Que pague con el dinero que tiene en Suiza», afirma una afectada que llegó a perder 148.800 euros.