Los cuerpos de seguridad han coordinado en la Comunitat Valenciana varias investigaciones durante los últimos años cuyo punto de partida fue el descubrimiento un cuerpo en alguna playa o puerto. Así, en agosto de 2011 fue hallado en una zona de Cullera el cadáver mutilado de un ciudadano marroquí de 35 años de edad que se había caído al mar en un acantilado de Manacor (Mallorca).

Dos años más tarde -en junio de 2013- el cuerpo de un residente alemán de 56 años de edad cuya desaparición había sido denunciada en Vinaròs fue encontrado en el puerto de Dénia. Un mes después, los tripulantes de un velero que faenaba en aguas de Xàbia se toparon con un esqueleto vestido con un neopreno que portaba un teléfono móvil, 540 euros y un

pasaporte con el nombre de Abdelaziz Elfayafi. Las pesquisas posteriores no permitieron esclarecer las razones por las que este universitario de poco más de 20 años falleció en el mar. El cuerpo no contaba con signos aparentes de violencia.

En mayo de 2014, un pesquero arrastró en Gandia los restos de Pierre S., un ciudadano galo que había desaparecido tres meses antes sin dejar rastro. El último caso tuvo lugar el pasado verano, cuando a finales de agosto fue localizado a dos millas de puerto de Valencia medio cuerpo en avanzado estado de descomposición. La principal tesis se centra en que una hélice había partido el cadáver.