La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia juzga desde ayer a una banda organizada que durante el año 2014 llevó a cabo una oleada de robos con violencia en domicilios de municipios de l'Horta Nord, en los que sus víctimas eran siempre mujeres de avanzada edad. No contentos con apoderarse de las joyas y el dinero de las ancianas, en uno de los asaltos incluso llegaron a abusar sexualmente de una mujer de 90 años, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal. Éste solicita para los tres acusados penas que suman los 55 años de cárcel por los delitos de robo con violencia, lesiones, pertenencia a grupo criminal, receptación, estafa y agresión sexual.

Los acusados son una pareja de nacionalidad española y un hombre que se encargaba de comprar las joyas sustraídas y al que solo se le imputa un delito continuado de receptación. Asimismo hay un cuarto miembro de la banda que se encuentra en situación de rebeldía procesal. Se les atribuyen al menos seis robos con violencia cometidos entre el 17 de marzo de 2014 y el 17 de mayo de ese mismo año en las localidades de Albalat del Sorells, Foios, Tavernes Blanques, Albuixech, Meliana y Bonrepòs i Mirambell.

Excusas para entrar en la casa

La mujer, vendedora de cupones de la OID, era quien marcaba a las posibles víctimas y la persona encargada de actuar de cebo para lograr que las ancianas les abrieran la puerta de sus domicilios. Para ello utilizaba como excusa pedir una limosna o iniciaba una conversación sobre temas religiosos. La acusada reconoció los hechos en la vista oral, pero alegó que actuó bajo presión por miedo a que el sospechoso en paradero desconocido le quitara a sus hijos.

En un de los robos fueron los hombres quienes se identificaron como guardias civiles para colarse en la vivienda de una mujer de 72 años, diciendo que tenían detenido a su hijo. Una vez dentro la ataron y amordazaron , propinándole golpes para desvalijar toda la casa. En otro de los asaltos, fingiendo que eran de servicios sociales, irrumpieron en el domicilio de una anciana de 90 años, a quien tumbaron en la cama y tras quitarle la faja le realizaron tocamientos.