La Policía Nacional detuvo a primera hora de la mañana de ayer, en su domicilio de Móstoles (Madrid), al presunto autor de la muerte de Dolores Correa Pérez, la mujer de 47 años de edad hallada muerta el martes por la tarde, sólo una hora después del asesinato de Gloria Amparo en València, en un ático de la calle Major de Gandia. Tal como adelantó ayer Levante-EMV, el hombre, José Luis S. G., del que tenía una orden de alejamiento, estaba siendo buscado desde el martes por la noche a petición del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València.

La víctima, guardia civil retirada prematuramente del servicio por enfermedad, mantenía una relación con José Luis S. G., que derivó en una denuncia por malos tratos hace varios meses. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sueca ­-la víctima residía en ese partido judicial- impuso una orden de alejamiento a su presunto maltratador, que continuaba en vigor.

Al parecer, José Luis había pactado hace tres semanas el alquiler del ático, ubicado en el número 69 de la calle Major de Gandia, con el dueño de la vivienda, pero el contrato nunca se llegó a formalizar y, de hecho, la firma seguía pendiente. Eso sí, el propietario llegó a entregarle las llaves al inquilino, que al parecer dijo que era madrileño.

El dueño acudió el martes, sobre las seis de la tarde, al piso. Al entrar y revisar las estancias, encontró el cadáver de una mujer dentro de la bañera, con la cara cubierta con un plástico y el cuerpo con una toalla de baño. El cuarto de aseo estaba revuelto y con señales claras de lucha ­-algunos de los muebles estaban incluso rotos-.

La autopsia, practicada también ayer por la mañana, como la de Gloria, en el Instituto de Medicina Legal de València, confirmó que la víctima, fallecida el viernes, tenía un fortísimo golpe en la cabeza.

Para entonces, la Policía Nacional ya había arrestado en Móstoles al presunto autor de ese homicidio. El acusado, que deberá ser trasladado a València para completar la investigación y ser entregado al juez de Instrucción de Gandia que ha asumido el caso, negó en todo momento el homicidio.

Afirma que ya estaba muerta

Y no sólo eso. Su primera versión es que acudió el viernes al piso y que al entrar ya se la había encontrado muerta en el baño. Asegura que se asustó y huyó, empujado por el temor a que lo detuvieran y lo responsabilizaran de la muerte de Dolores por el hecho de tener una orden de alejamiento de ella y de que le hubiese denunciado por malos tratos. De hecho, sólo admitió haberla tapado con la toalla y el plástico.

Pero, una vez más, los testimonios recogidos por los agentes de Homicidios y la inspección realizada por la Policía Científica en la vivienda, tanto la tarde del martes como en la mañana de ayer, dieron al traste con esa explicación, ya que han encontrado señales que evidencian la presunta participación de José Luis S. G. en la muerte violenta de Dolores. La mujer ya estaba siendo buscada por las fuerzas de seguridad desde el pasado sábado, cuando la hermana de la fallecida dio la alarma al denunciar ante la Guardia Civil su desaparición, considerada como inquietante, precisamente por esos antecedentes como víctima de malos tratos.