Las probabilidades de ser parado en dos controles de tráfico en distintos puntos de la ciudad de València en un mismo día y ser obligado a soplar en el etilómetro son muy escasas, pero que además esta misma persona triplique la tasa permitida en las dos ocasiones y sea arrestado por un delito contra la seguridad vial en un plazo de nueve horas es el colmo de la reincidencia. Además de todo ello, el conductor en cuestión, un joven de 29 años y nacionalidad colombiana, circulaba sin permiso de conducir porque nunca se lo ha sacado.

El arrestado dos veces en un mismo día fue parado a primera hora de la mañana del pasado lunes en la carretera CV-5010, a la altura de la pedanía valenciana de la Punta. En esa primera ocasión fueron agentes de la Guardia Civil de Tráfico quienes le dieron el alto en un control rutinario cuando circulaba en un turismo Seat Ibiza.

Eran las 7.30 horas y el conductor ya presentaba una tasa de 0,84 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, más del triple de la permitida y constitutiva de delito al superar los 0,60 mg/l. En una segunda toma dio 0,89 mg/l.

Los agentes comprobaron además que el citado conductor, de 29 años, no tenía carné de conducir ni nunca lo había obtenido. Por todo ello procedieron a la inmovilización del vehículo y se le detuvo por dos delitos contra la seguridad vial -uno por conducción bajo los efectos del alcohol y el otro por circular sin carné-.

No obstante, tras ser puesto en libertad esa misma mañana, con la obligación de personarse en el juzgado para la celebración de juicio rápido, el presunto infractor volvió a ponerse al volante de su vehículo. Se desconoce si fue él quien recogió el coche o fue otra persona la que se hizo cargo del mismo, pero lo cierto es que horas más tarde esta misma persona volvió a ser parado en otro control, en otro punto de la ciudad y por otro cuerpo policial distinto, y dio una tasa todavía superior a la primera.

Parece ser que la primera detención no le impidió ponerse de nuevo al volante tras haber ingerido alcohol y esa misma tarde, a las 16.40 horas, volvió a dar una tasa superior a la permitida, concretamente 0,90 mg/l. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que en ese plazo de nueve horas es imposible que no le hubiera bajado el alcohol en sangre a no ser que hubiera vuelto a beber.

En esta segunda ocasión fue parado por agentes de la Policía Local de València, quienes estaban realizando un control en la calle Doctor Nicasio Benlloch, en el barrio de Beniferri, en la otra punta de la ciudad donde el joven había sido detenido esa misma mañana. Al ver que el conductor presentaba signos evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol, los policías le sometieron a la pertinente prueba, dando éste una tasa de 0,90 mg/l y 0,92 mg/l. Obviamente se le imputó otro delito por conducir sin carné por idéntico motivo que horas antes.

88 días de trabajos comunitarios

El acusado de cuatro delitos contra la seguridad vial, dos de ellos recogidos en el artículo 379.2 (conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas) y otros dos del artículo 384 (por carecer de licencia) aceptó ayer, tras un juicio rápido celebrado en el Juzgado de lo Penal número 21 de València, una pena de 88 días de trabajos en beneficio de la comunidad y veinte meses de prohibición de conducir vehículos a motor, en caso de que obtuviera el permiso.