Fortalecidas en lo creativo por la crisis y con excelentes datos de audiencia, las series españolas viven un momento dulce que les lleva a probar géneros nuevos, con la vista puesta en las nuevas formas de ver televisión y, sobre todo, en el mercado internacional. Al menos, así lo piensan los principales productores ejecutivos de la ficción nacional.

Alex Pina, de Globomedia, productor de series como El barco, destaca que la televisión española «ha conseguido no ser colonizada por la ficción americana; hemos aguantado el tipo frente a series de cuatro o cinco millones de dólares por capítulo». En ese acomodo a las exigencias del mercado y a la creatividad, en televisión ha tenido mucho que ver la figura del productor como el «showrunner» americano, es decir, que crea una ficción y le da coherencia, reivindica Javier Olivares, productor con Cliffhanger de El Ministerio del Tiempo, la ficción de moda en la televisión nacional.

«La producción ejecutiva es un fenómeno esencial que aquí siempre se ha tomado como alguien que lleva las cuentas, pero hay que añadir el aspecto creativo, y queda mucho pendiente en ese campo», explica Olivares, creador, junto a su desaparecido hermano Pablo, de esta ficción de viajes en el tiempo.

Olivares aclara que su serie se ha subtitulado ya al inglés en numerosos sitios de Internet, lo que da idea de lo rápido que viajan ahora las ficciones por el mundo, aunque lo relevante para él es «hacer una buena serie para el público español; lo demás viene luego».

Emilio Pina, de Secuoya y productor de series como El tiempo entre costuras, señala que, «con la crisis, hemos conseguido aprender, tenemos una nueva forma de enfocar proyectos, ya no podemos volver a hacer las series como antes, y el cine podría aprender mucho de la ficción española». En este sentido, el precio de las producciones españolas es una de las grandes bazas para salir al exterior. «Tenemos que vendernos mejor, podríamos llegar a un momento envidiable y tenemos potencial de sobra para situarnos en todo el mundo, como han conseguido hacer en Dinamarca con sus series», apunta Pina.

Víctor García, de Isla Producciones y uno de los creadores de 7 vidas, se ha mostrado convencido de la necesidad de que las productoras viajen fuera «e incluso se ruede en inglés», como ha ocurrido con su serie de alienígenas Oxígeno, que se graba en Estados Unidos. García destaca el potencial del mercado latinoamericano, donde «comienzan a darse cuenta de que el publico quiere más series y menos telenovelas".