Es el cuarto año que Verónica Sanz se pone al frente de «Las mañanas de Cuatro» en periodo estival. Lo hace con soltura, que ya son muchas las tablas, pero aprovecha la oportunidad cada verano para hacer «músculo» y que la vean, porque nunca está de más ganar visibilidad. Es madre de dos niñas, reportera, apasionada de la política y de lo que se cocina en el hemiciclo y culé, aunque prefiere que Neymar se haya ido a Francia a jugar porque ella quiere jugadores limpios y que su currículum no esté manchado de fraudes a Hacienda, aunque probablemente sabe que le echará de menos en un clásico. Verónica Sanz da un repaso a la actualidad política, porque tal y como ella dice la corrupción y la política «no descansan ni en verano». Ella tampoco.
P¿Qué le aporta presentar el programa que no le concede ser reportera, como la vemos el resto del año?
RTe aporta mucho profesionalmente, yo siempre digo que esto es como un máster, presentas tres horas en directo con tertulia política y con esos animales televisivos, y puedes llegar a hacer una media de seis o siete entrevistas, haces mucho músculo. Pasas de un tema a otro en un momento, te pones a tono en un segundo y, además, es una visibilidad para mí que me viene muy bien y que me sirve para demostrar que puedo hacerlo. Oye, nunca se sabe, ojalá en un futuro alguien piense en mí para darme un programa propio, al final todos los que estamos en televisión aspiramos a algo más.
P¿Es fácil mantener la actualidad política en agosto para cubrir casi tres horas de directo?
RDe entrada habría que pensar que no, pero si te preocupa que hay colas en el aeropuerto del Prat, que hay «turismofobia», que la corrupción nunca se coge vacaciones y seguimos conociendo más cuestiones sobre los sumarios que siguen abiertos, la política siempre está detrás. Lo que es más difícil es pillar a los protagonistas, prácticamente imposible o imposible cerrar una entrevista con Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Albert Rivera.
P¿Este país ha recuperado su interés por la política tras la crisis y el fin del bipartidismo?
RCreo que desde el fin del bipartidismo hay más interés por la política y porque hay más interés por la política se acaba el bipartidismo. La crisis ha abierto muchas conciencias y también la corrupción de las instituciones. Es verdad que me estoy remontando al año 2012 porque fue ahí cuando la gente empezó a removerse. En las primeras elecciones esas inquietudes dan como resultado que se rompe ese bipartidismo y se traduce en que ahora hay cuatro fuerzas que se reparten el hemiciclo.
PEsas fuerzas, Ciudadanos y Podemos, ¿han venido para quedarse?
RSin duda, si las elecciones fueran hoy o mañana volvería a pasar prácticamente lo mismo. Ahí están las encuestas del CIS. Si analizamos el momento actual, después de un año de legislatura, vemos que los datos apuntan a una ligera subida del PSOE, pero eso no perjudica a Podemos, pero juntos podrían sumar y dar un giro a las cosas. El PP pierde votos y esos votos se los reparten el PSOE y Cuidadanos, así que el panorama sigue siendo más o menos el mismo. El bipartidismo se acabó, la cultura de la negociación y el pacto es lo que hay.
PHa trabajado como periodista deportiva, ¿quién es más sincero el político o el futbolista?
R¡Uf! Yo creo que los futbolistas. Obviamente nadie muestra sus cartas cuando un jugador está pendiente de un fichaje, pero los políticos aún menos. No quiero decir que los políticos sean deshonestos, pero se las saben todas.
P¿Nos falta en este país cultura de dar la cara?
R Por supuesto, en Reino Unido el primer ministro comparece siempre y explica a la gente absolutamente todos los temas, ya sean espinosos o desagradables. Aquí no, y menos nuestro presidente que no es precisamente alguien que muestre predisposición a responder a los periodistas y opta por las comparecencias sin preguntas, por ejemplo, y o por dejar pasar el tema hasta tratar de ahogarlo con el paso de los días. ¡Claro que debería de ir en el sueldo dar explicaciones! Los políticos aquí no dan respuestas a los ciudadanos.
PEn verano le vemos presentando pero el resto del año también trabaja en el programa.
RSoy reportera de «Las Mañanas de Cuatro», estoy en cualquier cobertura. Desde la redacción me siento en el canto de una mesa. También hago cobertura desde el Congreso de los Diputados, también fui a Londres en los últimos atentados desde las siete de la mañana y luego nos vamos a un directo, tres horas de directo requieren que todo el mundo esté a tope.
PCasada y con dos hijas, eso de la conciliación familiar ¿existe en España?
RTengo una hija de tres años y un bebé de seis meses y estamos muy lejos de la conciliación real en nuestro país, lejísimos. Hay reuniones a las ocho de la tarde, y ruedas de prensa. Yo en mi vida particular tengo que decir que esa conciliación está perfectamente conseguida porque somos un equipo y todo es de los dos, nos organizamos muy bien y aún sacamos tiempo para nosotros, pero sé que no es lo habitual. Es imprescindible y urgente que se revisen los horarios laborales en este país. Lo dijo la ministra Fátima Báñez pero parece que se le ha olvidado. ¿Luego nos extraña la bajísima tasa de natalidad de España?
P¿Cuál considera que ha sido la noticia política más importante del verano?
RA día de hoy, podría decir que el primer pacto entre PSOE y Podemos en un gobierno regional, en Castilla La Mancha.
