Seguro que últimamente hemos oído en más de una ocasión conversaciones como estas: «Ayer me quedé hasta las cuatro de la mañana viendo el capítulo de ´Juego de Tronos´, fue bestial». Ya en los encuentros entre familiares, amigos y en las tertulias distendidas no solo se habla de fútbol, música, literatura o política. Ha nacido un nuevo elemento de discusión social: las series.

Con la llegada a España de las plataformas de vídeo online HBO España, Netflix o Amazon Prime tenemos la oportunidad de elegir entre centenares de series. Y es que esta nueva religión, que comenzó en las catacumbas de la piratería y la televisión por cable, ha terminado convirtiéndose en un gran negocio. Las comedias y fundamentalmente los dramas facturados en los últimos diez años han generado un culto con decenas de millones de espectadores en todo el mundo, y que ha cambiado la forma de hacer y de ver televisión. Podemos hablar de la «tercera edad de oro» de la televisión, ya que se ha convertido en caso de estudio en el ámbito de los negocios y la comunicación, pero también en el de la literatura y la política gracias a su enorme alcance y poder de influencia.

Las cadenas compiten por ofrecer series de calidad como nunca antes se habían hecho. Lo cierto es que, pese al evidente impacto exterior, y en plena era del big data, no sabe cuánta gente ve series. Los intereses de auditoras y productoras hacen muy complicado obtener cifras de audiencia tanto de canales en abierto como del circuito de pago.

La TDT, donde se emite la mayoría de las series de factura nacional, está auditada a través de la empresa Kantar Media, que facilita los datos de share del último mes y semana, pero que a la vez comercia con la información ampliada. Por ejemplo, lo más visto en televisión durante el mes de julio fue la serie «Perdóname Señor», de Mediaset.

La historia que protagoniza Paz Vega batió todos los récords con casi un 25 % de share el pasado mes. Como segunda opción en la televisión tradicional también se encuentra una serie, pero de Atresmedia. «Allí Abajo» alcanzó el 18 % de audiencia, según el informe de Kantar Media. Dos series que reúnen más audiencia que los propios informativos o películas de TVE, Antena 3 o Telecinco.

Lo que no se puede saber con datos precisos es cuánta gente ve la ficción extranjera en nuestro país. La plataforma de vídeo online Netflix y el servicio de cable y streaming HBO viven de las cuotas mensuales de sus usuarios (93 y 122 millones en todo el mundo respectivamente) y no de la publicidad, por lo que no necesitan desvelar sus datos de audiencia aunque obviamente los conozcan al detalle. Algunos datos apuntan que, no obstante, Netflix podría rondar ya el medio millón de usuarios solo en España.

Si a este desconocimiento de la audiencia le sumamos las descargas que se han producido de forma ilegal o «pirata» de manera online, más difícil es rastrear el impacto total en la sociedad española. Pero sin duda alguna, serie reina del momento es «Juego de Tronos» (HBO), que solo estaba disponible hasta hace unos meses en tiempo real para los espectadores de Canal Plus, que en 2015 y tras las conversión en Movistar Plus sumaban 3,89 millones en España, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Por supuesto, su hegemonía también se extiende como la serie «más pirateada del mundo», con más de 14 millones de descargas del portal BitTorrent. En segundo lugar se encuentra «The Walking Dead» (AMC), con justo la mitad de descargas.

La red también participa

Gracias a la red, las series de televisión tienen hoy un recorrido mucho mayor que cuando se lo jugaban todo el día del estreno, lo que les permite desarrollarse con menos presión. Sin ir más lejos, «El Ministerio del Tiempo» no tuvo todo el éxito que se esperaba cuando se estrenó, pero cuando TVE decidió hacer la prueba de colgar toda la temporada en internet, logró mucho prestigio en las redes sociales y hoy es considerada una gran serie por la crítica, además de que se encuentra disponible en el catálogo de Netflix.

Las redes sociales tampoco han querido dejar pasar la oportunidad de sumarse a la fiesta. Conocedores de que los smartphones dominan el consumo de vídeo, se han lanzado a la carrera por hacer sus propias series y programas de televisión. En España, el 80 % de la gente que está viendo la tele usa el móvil al mismo tiempo, así que la batalla parece centrarse en que dejen de ver la televisión definitivamente. La «edad de oro» de la gran ficción seriada puede clasificarse, desde un punto de vista subjetivo, en tres etapas: una primera fase de descubrimiento con «Los Soprano» (1999-2007), otra en la que la comunidad fan se encuentra en internet con «Perdidos» (2004-2010) y una tercera de apogeo que se inicia con «Juego de Tronos» (2011).

Existen otros elementos comunes a casi todas las series consideradas de calidad por la crítica. La idea de que no hay un destino colectivo más allá de la propia supervivencia, lo que conduce al cultivo del individualismo y de la violencia son elementos transversales de los dramas más influyentes de la actualidad.