P ¿Cómo llega a «Mira lo que has hecho»?
R A través de un casting. Pase la primera prueba y después tuve una segunda con Berto (Romero). Hacer una prueba con él ya fue un shock, pero además en ese momento él estaba haciendo varias pruebas a otros personajes y varias funciones. Lo primero que me dijo fue «me vas a perdonar Jordi, pero no me sé el texto». Así que nos pusimos a improvisar y salió un casting muy chulo. Me llamaron y fui a Barcelona a grabar. Ha sido un regalo.
P Usted interpreta al hermano del protagonista, un personaje gorrón y poco serio. ¿Le ha costado meterse en el papel?
R La verdad es que no, porque cuando el guion está tan bien escrito, no cuesta. Y uno disfruta de estos personajes que están muy alejados de cómo uno es realmente. Por eso te haces actor, porque te permite hacer cosas que no haces en la vida real.
P Lo cierto es que las interpretaciones resultan muy naturales.
R Mi hija va a cumplir ahora dos años y mientras grababa me daba cuenta de que las cosas que cuenta la serie son así. Yo la serie la he disfrutado mucho porque la vivo 24 horas del día.
P ¿Y ha pensado en alguien en concreto a la hora de componer el personaje?
R Todos conocemos a alguien que dices, «joder este tio»... No tan exagerado como mi personaje pero sí, algún amigo tengo que se comporta así. Pero desde luego ninguno hace lo que hace mi personaje en el bautizo.
P ¿Lo de ponerle porno a un bebé para que se calle?
R Sí, cuando lo leí en el guión le pregunté a Berto: «¿Y tú cómo sabes que esto funciona?». «Mejor no preguntes», me contestó él.
P La serie se estrena en una plataforma de pago. ¿No hay más posibilidad para series de este tipo que pagar para verla?
R Yo estoy superagradecido con este tipo de plataformas porque, al no depender de audiencias de forma estricta permiten no hacer capítulos demasiado largos sino comedias de no más de media hora, que las puedes ver incluso de un tirón, y eso es una gozada.
P También ha trabajado en «La catedral del mar»...
R Sí, ha sido maravilloso. De repente te encuentras con esos decorados, esas ambientaciones, rodar en el casco antiguo de Cáceres, en la propia iglesia de Santa Maria del Mar...
P ¿Dónde está más a gusto, en una comedia de capítulos cortos, en un drama histórico o en una película como «El bar» de Álex de la Iglesia?
R No sabría decirte. La comedia es lo que más disfruto, sobre todo como espectador. Aunque a todos nos gusta que nos peguen unos tiros en la pantalla como en la peli de Álex.
P ¿Con las plataformas tienen ahora más oportunidades los profesionales del audiovisual?
R Sí, es una puerta que se ha abierto y que poco a poco nos va a beneficiar, sobre todo en productos más adultos. Aún así, en nuestra profesión el problema de la falta de trabajo siempre ha estado y siempre va a estar.
P ¿Abrirá À Punt una puerta similar en València?
R Yo me fui a Madrid por las pocas posibilidades que tenía en València. Aquí he trabajado poco y es una espinita que quiero sacarme. Pero si pudiese vivir aquí, lo firmaba ya. Así que ojalá, creo que ahora las cosas en el audiovisual van un poco mejor.
