Alcácer nunca olvidará la víspera de su veintiún aniversario. Al mediodía estrenó convocatoria con la selección y por la noche anotó un golazo en Mestalla. Entremedio notó el cariño de un valencianismo que lo ha cogido como bandera. El ariete de Torrent se agrandó con su primera llamada de Del Bosque y aprovechó que ayer era la referencia goleadora del Valencia para confirmar que es un excelente delantero. La fiesta de Alcácer la completaron más canteranos, con una gran actuación de Gayà y los minutos finales para el esperado Carles Gil y las buenas maneras de Robert Ibáñez. Aunque los otros dos goles de la victoria ante un correoso Málaga fueron del mágico Parejo y Piatti. Este Valencia anuncia buenas intenciones.

La lesión de Rodrigo provocó la entrada de Feghouli que se juntó en ataque con Alcácer y Piatti. El franco-argelino estuvo incisivo, explosivo, como en sus buenos momentos. Fue despedido con una ovación, al igual que todo el equipo. Anoche todos festejaron el cumpleaños de Alcácer.

El Málaga salió a por todas. Desde la primera arrancada del partido ya avisó. Llegaron más ocasiones en los primeros minutos, que abordaron a Alves, muy seguro. Un imprecisión entre Kameni y Weligton provocó el primer córner para los de Mestalla. Parejo lo votó perfecto a Gomes que colgó para que Otamendi, incorporado al ataque, tuviera la primera ocasión blanquinegra. La segunda llegó después con un centro medido de Gayà a Feghouli que de cabeza estuvo a punto de marcar.

Cuando el peligro malagueño era permanente y el Valencia topaba con el muro andaluz, el árbitro expulsó de roja directa a Darder. El mallorquín entró con los tacos por delante a Parejo y dejó con diez al Málaga en el minuto 27. A partir de ahí el partido fue otro. La superioridad numérica de los de Nuno se impuso. Una larga asistencia de Gayà al área pequeña la recogió Alcácer, en su día grande, y con un pequeño toque consiguió el primero. Un gol marca de la casa.

Cuando el Málaga no se daba por vencido, Feghouli provocó un penalti, se iba directo a la portería de Kameni y Weligton tocó con la mano. Lanzó Parejo, pero el meta camerunés le adivinó la intención y lo paró, pero el rechace lo recogió de nuevo Parejo y está vez fue el balón a la red.

Con la tranquilidad del resultado y ser uno más, el Valencia se fue al descanso con los deberes hechos.

Zuculini entró por Gomes en la reanudación. El luso tenía una amarilla y Nuno quiso oxigenar el centro del campo. El Málaga intentó controlar, pero el Valencia dio otro golpe de autoridad, tras otra jugada de Feghouli, la pelota la tocó Alcácer de primeras para que Piatti conectará un trallazo que se le coló a Kameni. Era el tercero y definitivo. Solo quedaba esperar una nueva contra. Los andaluces estaban rotos y los valencianistas empezaron a tocar el balón y ensayar los nuevos mandamientos del entrenador luso.

Con todo, Alves se unió a la exhibición ganando un mano a mano a Samuel, cuando buscaba la puerta vacía. Ayer todo iba de cara, y hasta Barragán se unió a la fiesta y en una gran galopada colgó el balón al área, el rechace fue a Feghouli que a punto estuvo de hacer el cuarto.

Entonces Nuno dedicó la victoria a todo Mestalla. Primero hizo salir a Carles Gil por Piatti, y luego dio minutos a otro canterano, Robert, para el regocijo de la grada. El colofón fue un lanzamientos desde los tres cuartos de Javi Fuego que demuestra que las dosis de confianza del grupo está al alza.

Con el partido ganado se vieron las lineas maestras: cerrojo absoluto en defensa, salida del balón sin complicaciones y despliegue por las bandas, con una enorme movilidad entre la medular y el ataque. Con Paco Alcácer preparado para cualquier oportunidad.

El Valencia ha arrancado con un buen nivel, y todavía con una plantilla sin cerrar. El próximo encuentro, dentro de quince días también en Mestalla ante el Espanyol y se supone que con más refuerzos, «bombas», según Nuno.