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Etapa clave

El lugar donde David Silva se hizo hombre

En la temporada 2004/05 fue cedido y Mendilíbar le fue puliendo para ser la estrella que hoy es en Inglaterra

El lugar donde David Silva se hizo hombre

­En el verano de 2004, el Valencia CF estaba negociando con el Parma el fichaje de Emiliano Moretti, etapa en la que estaba Arrigo Sacchi como Director Deportivo. Su objetivo era contar con talentos jóvenes y en las conversaciones salieron los nombres de David J. Silva y Raúl Albiol. Agradaban mucho y podrían tener minutos en el Calcio, además de abaratar la operación de Moretti por el que se pagaron 2,3 millones de euros en tres plazos. Todo iba encaminado, los dos futbolistas dieron su beneplácito a la cesión… pero el club estaba intervenido judicialmente por el escándalo Parmalat y debían esperar unos días a que se concretara la operación. En ese tiempo a Eduardo Maciá le llamó Javier Pérez, secretario técnico del Eibar, pidiendo la cesión y la respuesta con la que se encontró es que se iban a apurar las opciones de Italia, pero que le iban a tener en cuenta. Silva acabó en Eibar, donde dejó huella.

Cuando se propuso en el Consejo la opción de que David jugara en Eibar, a más de uno le entró la risa. «¿Cómo se va a ir allí?», preguntaban, en una falta de conocimiento como se demostró luego. Mendilíbar era el técnico del cuadro armero, le gustaba apostar por el buen fútbol y contar con el talento de los jóvenes. Y a regañadientes aceptaron su salida. Funcionó fenomenal y al Eibar casi le sale gratis el jugador por el número de partidos que jugó. Ese año Albiol se marchó al Getafe, con el triste episodio del accidente de coche que no le ha impedido triunfar luego, como el «Mago» Silva, uno de los mejores futbolistas de la Premier League y de la Roja.

Vio nevar por primera vez

Silva, con el paso de los años, considera que su paso por el Eibar fue clave en su progresión. Al margen del premio que le dieron por la deportividad, cuando jugándose el ascenso en Lleida lanzó el balón fuera con empate a uno en el marcador, renunciando a una ocasión clara de gol. No subieron por tres puntos, pero esa acción habla de sus principios como persona. De Eibar regresó hecho un hombre. Tras unos días viviendo en Eibar se marchó a Durango y la gente le quería mucho. Le costó adaptarse al frío y bromea con que a veces los moquillos parecían cristales. Aquí vio nevar por primera vez, pero el preparador físico Toni —también canario— le ayudó mucho a su adaptación.

No habían visto un internacional

Era internacional en las categorías inferiores y cuando guardaba sus botas con la bolsa de la selección, algún compañero bromeaba con que allí nadie se ha visto a un jugador internacional. Había un gran ambiente en el vestuario. Por primera vez estaba sólo, ya que sus padres Fernando y Eva se quedaron en Valencia con sus hermanos más pequeños, pero los viajes eran frecuentes. Le veían contento, aunque cuando cerró la cesión se consideró una «apuesta» al no saber dónde iba a ir. Vivió otra cara del fútbol, ahora disfruta pero en Eibar pasó momentos duros, aunque no tanto como lo fue unos años antes dejar su Arguineguín natal para ir a Valencia con sólo 14 años.

«Se salía»

A pesar de ser tan joven, David se convirtió en el motor del equipo, le dio un toque especial al cuadro eibarrés, pero para llegar a la élite consideraba que tenía que cubrir todas las etapas y en Eibar se curtió mucho. Los que le vieron jugar aquel año con frecuencia se dieron cuenta que estaban disfrutando de un jugador de primer nivel, aún en proceso de formación, pero la calidad que atesoraba ya no se ha vuelto a ver. Es curioso que por el Eibar han pasado dos campeones del mundo, antes de Silva jugó cedido Xabi Alonso. «Se salía, era fuera de lo común», comentan varios aficionados azulgrana. Él nunca opuso rechazo por la humildad del equipo en el que iba a jugar cedido, y en los ratos libres solía desplazarse a Donostia a disfrutar de la naturaleza y tomar unos pinchos.

En su casa tiene muchos recuerdos de aquella etapa; la camiseta enmarcada, la bufanda, muchas fotos y el corazón aún se acelera al ver cómo salieron con el autobús a celebrar su mejor clasificación histórica en Segunda A, con toda la población en la calle. No ascendieron al quedase a tres puntos del Alavés y Celta, pero consideraron que tenían que celebrarlo igual. Al año siguiente, ya con Silva cedido en Primera con el Celta, el Eibar bajó a Segunda B tras quedar últimos de liga. La marcha del «Mago» de Arguineguín seguro que influyó, porque a pesar de su edad sobre el césped se comportaba como un líder, tanto a la hora de competir como en dar ejemplo, como ocurrió en el partido ante la UE Lleida.

La última hoja de servicios que Silva le hizo al Eibar fue al fichar por el Manchester City en el verano de 2010 a cambio de 30 millones de euros, que le abonó una cantidad próxima a los 200.000 euros en concepto de derechos de formación. Pero para David, su paso por el Eibar fue más allá, ya que creció en la cara más dura del fútbol.

Silva tuvo que vivir otra cesión, esta vez en Primera con el Celta, pero él no la considera tan difícil porque Vigo era más ciudad y tenía amigos de la familia. El «Mago» se siente muy orgulloso de su pasado y no podrá saber nunca qué hubiera ocurrido si el Valencia hubiese llegado a un acuerdo con el Parma para cerrar su cesión sin opción de compra, aunque por su carácter seguro que también habría sido protagonista tirándose al equipo a la espalda como el líder que ya es.

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