El del Valencia está muy claro, el problema es que los protagonistas no lo deben tener tan claro, o sí.
Aquí no hay que buscar o descifrar cuál es el modelo deportivo del club. No se trata de eso. Aquí ya hay un modelo muy claro y totalmente definido. Pero, ¿qué esperaban? La Fundación, con Aurelio Martínez a la cabeza, le entregaron el club en bandeja a Peter Lim. Y ahora el Valencia es lo que diga este señor. Ese es el modelo. Simple y claro. Lim-Nuno. Si echamos un vistazo por el entorno futbolístico nos encontramos con clubes con ciertas similitudes. El modelo de gestión del Chelsea es también muy sencillo y claro: Abramovich-Mourinho. Eso sí, sin tanta inversión en jugadores. Los magnates y millonarios que han llegado al fútbol han eliminado todos los escalones que no son estrictamente necesarios. En ambos casos se apoyan con el súper agente Mendes que domina el mercado como nadie. En Valencia todavía más, por su conocida y estrecha relación con el máximo accionista.
Ni Peter, ni Jorge, ni Nuno necesitan más personas a su alrededor. Solamente la figura de Layhoon Chan para el día a día y representar la mayoría accionarial de Meriton. Pero todo esto que está sucediendo no podemos decir si es bueno o es malo, simplemente es lo que mucha gente en Valencia ha querido, incluido algunos políticos de antes. Era necesario vender el Valencia a un señor de Singapur para que les liberaran del famoso aval de la Fundación y acabaran el nuevo-viejo estadio. Una vez más, en esta ecuación, los valencianos volvemos a pintar bien poco en nuestra propia casa.
Ahora sólo falta saber si a Salvo y a Rufete les merece la pena sufrir estas desconsideraciones y este poco peso ejecutivo al que están siendo sometidos. Lo que también sería importante conocer es si esta situación es nueva y ha supuesto una sorpresa para ellos o por el contrario, ya tenían muy claro a lo que se enfrentaban. El modelo estaba muy bien definido, lo que pasa es que ahora ha salido a la luz. Ja vorem!
