No hay otro camino para despejar las dudas que un triunfo mañana frente al Granada, pero las heridas están cada vez más abiertas. Nuno afronta su primera crisis desde que aterrizó en el Valencia y los futbolistas están «quemados». No han entendido algunas alineaciones (la primera vez, ocurrió en la jornada 2 ante el Deportivo), se han sorprendido en algunas convocatorias€ y el equipo no va. Un manual, sin resultados, es papel mojado. Y cuando los futbolistas tienen dudas de algunas decisiones del técnico, la situación preocupa. Al regresar de Barcelona, Nuno y Layhoon tuvieron una charla en la que se llegó a la conclusión de que urgen los resultados ya. Todo lo que no sea ganar al Granada será alimentar unas dudas que ya se han elevado a la zona noble.
Hay futbolistas que cuando están sobre el césped acaban desesperados, no hubo ningún plan tras el 1-0 y no se logró cambiar el rumbo, sin recursos, sin juego, con falta de alma€ No es el mejor caldo de cultivo para levantarse, pero los mensajes entre los jugadores para estar unidos en la primera crisis deportiva de Nuno en el equipo, porque al fin y al cabo ellos también se benefician de estar ahí arriba. La ilusión del curso anterior por ganarse un billete para la Champions ya no existe, puesto que el objetivo se alcanzó, pero ahora se multiplican las dudas. Javi Fuego dio la cara tras perder ante el Espanyol y admitió que mentiría si no dijera que «hay dudas», con independencia de haber perdido el primer encuentro de la temporada.
Una alineación argumentada
Nuno salió del estadio Power8 muy molesto, dolido, triste, necesitaba a su gente, no quería atraer el foco de las miradas. El técnico era consciente de que su once llamó la atención incluso al entrenador rival, pero precisamente ese efecto «sorpresa» era lo que buscaba el técnico portugués, no el desenlace.
El entrenador blanquinegro y sus ayudantes han detectado cómo últimamente el Valencia tenía la posesión y el mando de los partidos, pero no se correspondía con resultados positivos. Quiso cambiar, optando por regalar el control del esférico, buscando realizar una presión alta para recuperar el esférico y salir al contragolpe con mucha velocidad. Al Valencia CF le habían cogido la medida los rivales, de ahí que quisiera formar un «trivote» eminentemente físico con Javi Fuego, Danilo y Enzo Pérez, complementado con jugadores rapidísimos en ataque, de ahí la apuesta por Bakkali, Santi Mina o Rodrigo. La consigna era clara: presionar, robar el balón y salir rápido. Y eso se logró con dos ocasiones claras, sobre todo con el pase que le dio el belga a Rodrigo, que no logró batir a Pau López en un mano a mano. Parejo y Feghouli estaban cansados, de ahí su suplencia. Pero lo que falló, tras el buen inicio, fue reconducir la solución tras el gol local, y ahí Nuno no lo consiguió.
