Inherentes al código genético del seguidor del fútbol afloran los debates sobre equipos entrenadores o futbolistas. Si este equipo es mejor que el otro, si determinado entrenador es el idóneo y sus sistema de juego son los acertados y si en una determinada posición ha de jugar fulano o mengano.
Estas discusiones pertenecen al ámbito del fútbol, son parte de ?l. Y como si de unos vasos comunicantes se tratara, cuanto más adversos son los resultados, más se cuestiona cualquier situación. Después del partido de selecciones del viernes, el próximo debate al que nos enfrentamos es el de la delantera. Vuelve a surgir el «Alcácer o Negredo». Dos nuevos goles del delantero de Torrent le convierten en el máximo goleador de la selección en la fase de clasificación hacia la Euro del próximo verano. Y siendo consciente de que el hándicap de ambos delanteros en el Valencia actual es la falta de juego, y por tanto las escasas oportunidades que genera el equipo, la realidad es que Paco siempre tuvo que demostrar más que el resto que se ganaba en el campo el derecho a acumular minutos en el verde y no en el banquillo.
Los casi 60 millones de euros gastados en Rodrigo y Negredo, hicieron que finalmente tuviera que reivindicar a puro gol su meritocracia. No seré yo quien diga que el precio ayudó a los dos primeros „Nuno en ese sentido fue justo, aunque le costó encajar los méritos en el once„, pero la realidad es que ya el año pasado se generó esta dicotomía sobre el punta. Y me parece lógico y hasta normal. Entiendo los que tengan la esperanza de ver triunfar a Negredo, tanto cómo a los que reivindicamos nuestra confianza en Paco. Aunque hay algo cainita en el carácter valenciano. Si dices públicamente que te gusta Mustafi, o que le ves detalles esperanzadores a Santos, nadie dice nada. Pero como se te ocurra decir que prefieres Alcácer antes que a Negredo, faltan segundos para que te tiren a la cara que tu único argumento es defender «a los de la terreta».
Y miren, sé que esa etiqueta no nos la quitaremos algunos jamás. No me importa, ni me inquieta. A sabiendas que tras el parón Negredo puede despertar y Paco no dar una a derechas, yo me reafirmo en que „a día de hoy„ me da más confianza el de Torrent. No creo que el sólo „ni él, ni nadie„ sea el salvador para la actual situación. Pero las prestaciones mostradas me hacen tener fe en Paquito.
Si ese es mi delito, no me juzguen. Ya me declaro yo culpable.
