En el partido ante el Celta hay más que tres puntos en juego. La situación delicada en el plano deportivo y la fractura abierta con la plantilla, ha hecho que la propiedad comience a estudiar el mercado por si se ve obligado a tomar una decisión drástica. Sí tienen claro que si el Valencia CF pierde dando una mala imagen en Vigo se sentarán con el técnico, en una reunión ya prevista con antelación, para buscar soluciones. Y como ocurre en situaciones así, la figura del técnico siempre está cuestionada. A Nuno no le preocupa y lo entiende, pero se ve con fuerzas de cambiar la situación, circunstancia de la que duda una parte del vestuario.
Los ejecutivos de Meriton que gestionan a diario el club, como Layhoon Chan o Kim H. Koh, son conscientes que en un momento delicado hay que recurrir a la frialdad, para evitar tomar decisiones equivocadas. Desde el primer momento, cuando sugirieron a Amadeo Salvo y Rufete para que el entrenador portugués asumiera las riendas del club, eran conscientes de que era la mejor opción. Se finiquitó a Pizzi y Nuno logró su primer objetivo: acabar la Liga entre los cuatro primeros. El siguiente paso era clasificarse para la fase de grupos de la Champions, y Nuno también lo cumplió. El apoyo de los resultados reafirmaba la confianza del técnico en Peter Lim, de ahí que apoyara su decisión de no contar con Álvaro Negredo. Pero el equipo va a menos y aunque no se han sentado con Nuno para darle un ultimátum, sí que se van a sentar con él para tomar una decisión sobre el futuro del equipo. Con él o sin él, pero como es habitual en estos casos, Peter Lim no mira hacia otro lado y aunque espera no adoptar esta medida, comienza a ver opciones que hay en el mercado y se ajustarían a un supuesto que no quieren verse obligados a tomar.
En el vestuario, el entrenador luso tiene enfadados a titulares y suplentes. No es normal. Hoy en Vigo la plantilla no va a salir a perder, pero Nuno detectó en el partido ante el KAA Gent una falta de intensidad preocupante, que conllevó ser superados por un equipo teóricamente inferior. Al final, si el grupo no presiona de forma coordinada ni juega con intensidad, salvo excepciones siempre será superado. Y si cuando acudió a la sala de prensa se le notó preocupado, sin la energía que siempre le caracterizó, algunos futbolistas tuvieron esa sensación cuando en el entrenamiento de ayer estuvo casi media hora observado la sesión sentado en un balón.
Nuno buscó ser optimista
No está pasando Nuno por un buen momento y su cara así lo reflejaba ayer. El técnico, en sala de prensa, buscaba ser optimista pero, dada la situación, le costaba. Verbalizaba una cosa pero su cara expresaba otra. Con constantes referencias a lo ocurrido en Gante y sin poder obviar la nueva exclusión de Álvaro Negredo en la convocatoria „al que exigió «respetar sus decisiones» „, el técnico apuntó al partido de Vigo como el «ideal» para «sacar el orgullo, el amor propio». Exigió «demostrar que somos un equipo competitivo». «Tenemos ganas de jugar y de rectificar la imagen dada en Bélgica», apuntaba. «Lo que nos ha hecho fuertes ha sido luchar por cada balón y eso es lo que debemos recuperar», lanzaba.
El técnico, tras una sesión en la que trató de concienciar al grupo de la importancia de recuperar «el gen competitivo» y de «transformar las palabras en acciones para sacar lo mejor de cada uno», incidió en que tiene «un plan preparado y pensado» para ganar al Celta. Un rival del que incidió «ha empezado mejor por juego y puntos». Tras rechazar focalizar el éxito del equipo de Berizzo en Nolito, destacó el «dinamismo» y «movilidad» del centro del campo del tercer clasificado. En este partido, deseó, el Valencia debe «jugar como si fuera el último» y «recuperar los pilares» sobre los que se asentó el éxito la pasada temporada. «Es „apuntó„ innegociable pelear, luchar y dejárselo todo en el campo». Álvaro Negredo centró el protagonismo. El técnico, tras confirmar que «no es opción», repitió que «nunca» ha dejado «de contar con los jugadores que me demuestran que quieren estar».
