El Valencia CF cayó eliminado de la Copa del Rey por el Barça. Se quedará sin final en una competición en la que había depositado muchas esperanzas. Era la crónica de una muerte anunciada. Porque el 7-0 de la ida era un resultado que ya dejaba sentenciada la eliminatoria. Ayer era un entrenamiento con rival. Un partido para que los que disfrutaran, más incluso que los aficionados de Mestalla „que no acudieron al estadio„, eran los chavales que tuvieron la ocasión de saltar al césped.
La gran oportunidad con la que sueñan los canteranos
El partido de ayer era una gran oportunidad para que los canteranos se mostraran. Los del Valencia y los del Barça. Porque ambos equipos poblaron sus onces y su convocatoria de jugadores de la escuela. Incluso algunos con juveniles. Era lógico y normal. Nada extraño. La eliminatoria ya estaba decidida, remontar el 7-0 de la ida era misión imposible, y ambos conjuntos reservaron a sus mejores jugadores para otros envites mucho más importantes. Para un chaval de la cantera un partido así, como el de ayer, ante un rival como el Barça, es el partido soñado. Y el mejor escenario para demostrar si son válidos y se puede contar con ellos de cara al futuro.
Neville arma al equipo para evitar otra goleada
Gary Neville, pese a dar entrada a los no habituales en el once titular, armó a su equipo desde atrás. Es cierto que en algunas fases del primer tiempo el entrenador inglés tiró el once hacia delante, para presionar la salida del balón del rival, pero en líneas generales trató de armarse desde atrás y juntar líneas para que no hubiera otra sangría goleadora. Por eso, en este período, el once valencianista hizo kilómetros y trabajó a destajo. Por una cuestión de amor propio y orgullo. Y por eso disfrutó de ocasiones. En líneas generales, los primeros 45 minutos del Valencia fueron aceptables. Pero, pese a ello, me preocupa la falta de seguridad defensiva que evidencia el equipo. Aunque el Barça no apretó como acostumbra, jugadores como Santos o Vezo, por ejemplo, son demasiado limitados.
El Barça fue fiel a su estilo de dominio y posesión del balón
El Barça no renunció a su estilo. Lo lleva en su ADN. Todos los equipos de la cantera, y sus futbolistas, juegan igual. Y ayer volvimos a ver ese fútbol de posesión del balón, de dominio y control en el centro del campo, pero un tanto desafortunado en ataque. Porque cambia mucho de jugar con Messi, Neymar y Luis Suárez a hacerlo con chavales como Sandro o Munir. Está claro que serán jugadores con un futuro prometedor, pero todavía hay mucha diferencia con las estrellas consagradas. Sin embargo, y ya en las postrimerías del partido, el Barça quiso demostrar que no le gusta perder. Y fue capaz de empatar a uno el choque.
Negredo se reencuentra con el gol y anima al público
Negredo se reencontró con el gol. El delantero adelantó a su equipo antes del descanso con una acción en semifallo. Encaró al guardameta y trató de hacerle una vaselina. Siempre hace lo mismo. Y por eso le tienen tomada la matrícula. Lejos de amilanarse, fue capaz de hacer una ruleta para animar a los pocos aficionados que ayer se dieron cita en Mestalla. Era la única manera de calentar una grada muy fría y un campo vacío. Pero Negredo ya tiene una edad. Y ayer era el día de la cantera.
Fran Villalba es la mejor noticia que llega de Paterna
Ya he dicho que ayer era el partido de la cantera. La fiesta de los chavales. Y de las noticias que llegan desde la Ciudad Deportiva de Paterna, la mejor es Fran Villalba. A mi es un jugador que me gusta. Siempre se ofrece y hace cosas distintas. Cuando tiene el balón ve el fútbol con mucha claridad. Y también lo veo sacrificado en defensa. Es cierto que aún le falta cuerpo y algo de formación, pero para mi es de los jugadores con más futuro de la escuela. Debe tener continuidad y más oportunidades.
