Con tantas noticias sorprendentes, decisiones complicadas, malos resultados, multitud de comunicados, miedos escénicos y la aparición de antiguos fantasmas se nos olvidó pensar en las consecuencias de que se pueda producir un Valexit (salir de Europa) a final de temporada. Ahora que medio continente anda muy preocupado por un posible Brexit (la salida británica de la Unión Europea), aunque esa circunstancia se decidirá en referéndum, el Valencia ha presentado su candidatura para seguir la próxima temporada en la competición europea.
Ayer se dieron varias señales que indican claramente que la salida, prácticamente dada por hecha hace dos semanas, del Valencia de Europa todavía tiene remedio. Una de ellas es que haciendo el mismo fútbol, creando pocas ocasiones de gol y sufriendo muchas en contra, y que antes sólo servía para perder, ahora el equipo saca los partidos adelante y gana. Por eso, en el fútbol hablar de justicia no sirve para nada. El Valencia ganó porque acertó. Otra señal fue ver a Pako Ayestarán muy metido en el partido y dando órdenes como si se tratara del propio Neville. Hay señales que muestran otro camino. Y por supuesto la goleada en la Europa League. Parece que algo ha cambiado. Como si el padre Elías Llagaria nos hubiera querido dar su último servicio. Además, ahí nos dejó la capilla de Mestalla, podrían haber respetado la original, y su amor por el Club. Cualquier ayuda será necesaria.
Pero como decíamos las consecuencias de un Valexit pueden ser muy perjudiciales. De momento, el club tiene presupuestado estar en Champions League todas las temporadas y su no clasificación significa un duro golpe económico. Estar fuera de Europa limita las opciones de conseguir nuevos patrocinadores, lograr atraer la atención de nuevos jugadores, dificultad a la hora de retener a los buenos que ya tienes y además, imposibilita firmar un entrenador de elite una vez se haya producido un Nexit (salida de Gary Neville). Aunque eso estaría por ver.
Sólo se ha necesitado una semana, tres partidos consecutivos ganados, para mirar hacia la competición europea. Parece que ahora todo puede cambiar. Al menos, Neville sí se merecía esa dosis de fortuna que también es necesaria para ganar partidos. A ver si su colega David (Cameron), que apuesta por Europa, le muestra el camino a su paisano Gary.
