Siempre me gustó ir a la contra y decir lo que veo esté más o menos de moda, y sea más o menos popular en un momento puntual. Hay que ir por partes después del partido de ayer, porque hay un partido hasta el 0-1, y otro después total y absolutamente desastroso.
De entrada diré lo mismo que justo cuando transitaba el equipo por la racha de victorias en liga y goleadas en Europa League. Es decir: Neville no debió venir jamás y hace semanas que debería estar fuera del Valencia. Pese a ello y al 0-3 los primeros 60 minutos de juego fueron buenos. O sea, lo de siempre, mientras da el físico de Enzo, el equipo se sostiene. Sin él todo es oscuridad.
Desde el minuto 1 y hasta que se adelanta el Athlétic de Bilbao el Valencia fue mejor que los vascos. Sólo el error grosero de Negredo (a la altura del de Parejo en la pérdida del 0-2) solo ante Iraizoz y con tiempo para hacer cualquier cosa, excepto lo que hizo, y la falta de puntería de Alcácer impidieron al Valencia adelantarse en el marcador. Eso y un lamentable arbitraje de Gil Manzano obviando un penalty en área del Valencia, comiéndose dos clamorosos en área del Athlétic y desquiciando a todos con tarjetas a destiempo. Pese al 0-3, el Valencia las tuvo y no las aprovecho, y pese al 0-3 Gil Manzano estuvo desastroso.
Con 0-0 el Valencia fue mucho mejor que aquel que ganó ante Espanyol y Granada. Jugó mejor y mostró más hechuras de equipo que en los dos anteriores partidos de liga que acabaron en victoria.
Pero el fútbol obedece a muchos factores. Entre ellos a los de un entrenador que sepa leer los encuentros. Y en eso Ernesto Valverde siempre ha sido muy bueno. Cuando llegó el turno de las sustituciones, Valverde comenzó a ganar el partido. Los cambios de Valverde mejoraron al Athletic y los de Neville lo empeoraron.
Y a partir del 0-1, se acabó. Vimos al Valencia del partido ante el Espanyol, sólo que enfrente no tenías a los de Galca.
Parejo desquiciando al personal en el 0-2 y en el 0-3 después de que Mustafi y Santos no estuvieran en su sitio en el 0-1 (por cierto el postureo de Mustafi buscando siempre un compañero al que señalar en cada gol encajado empieza a ser ya demasiado impostado).
Se descose muy fácilmente el Valencia. En global, mucho mejor equipo durante la primera hora de partido que el que acabó conquistando los tres puntos ante pericos granadinos. Posiblemente el castigo fuera excesivo.
En general ayer sí vi evolución. En particular, cuando estás doce jornadas sin ganar ya no te puedes permitir ningún tropiezo. La liga se va a hacer muy larga. Tal vez demasiado.
