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Señalados por la grada

Víctimas de la cólera de Mestalla

Parejo es el último caso de futbolista talentoso que ha sido pitado por la afición del Valencia tras ser encumbrado

Víctimas de la cólera de Mestalla

Daniel Parejo, de 26 años, sufrió el domingo la ira de la afición de Mestalla, la misma que lo ha encumbrado en otras ocasiones. Es una historia vivida antes con otros referentes del Valencia en distintas épocas. El perfil del jugador susceptible a la música de viento es claro: talentoso, pero con altibajos. Sucedió especialmente con Buqué, Castellanos, Fernando Gómez y hasta con Kempes. En menor medida con Pep Claramunt, otro de los iconos serigrafiados en la fachada del estadio. Grandes jugadores, en todos los casos, a los que la inconformista parroquia del Valencia les culpó más de una vez del bajón en el juego del equipo. Tiene su explicación. «Cuando las cosas van mal, la afición suele atacar más al futbolista que destaca por su calidad, al que más influye en el juego. Está pasando ahora mismo con Parejo», explica Fernando Gómez, el organizador del Valencia durante 15 años. El centrocampista más goleador en la historia del club, que recibió algunos silbidos durante su larga trayectoria en el Valencia. En la balanza ganó, de goleada, el reconocimiento de la grada. Pero más de una noche se fue a casa con dolor en los oídos.

A Parejo le ocurre lo que les sucedió a otros conductores del juego del Valencia. Por sus pies circula el balón a ritmo constante, con todo lo que ello conlleva. Para lo bueno y para lo malo. «Cuando el Valencia va bien, este tipo de futbolistas se llevan los honores. Pero cuando las cosas se tuercen, es la diana del público. Hay que tener en cuenta que es el futbolista que más balones toca, el que más arriesga, el que tiene más responsabilidad. Porque es el que más se ve y sus fallos son más visibles», explica Pep Claramunt, el centrocampista todoterreno que guió al Valencia al título de Liga del 71. «A mí me pitaron muy poco, la verdad, pero alguna vez oí ese murmullo», recuerda. «Esta actitud del público hace sufrir mucho al futbolista. Lo bueno es que cuando pase esta situación, a Parejo le volverán a aplaudir. Es así siempre. Nos ha pasado a todos», afirma el exfutbolista de Puçol.

En el caso de Parejo se añade el factor de la veteranía. Fernando lo sabe muy bien. «Ese tipo de futbolista también recibe más pitos cuando es una cara muy vista. Parejo tiene el añadido, además, de que juega más atrás, donde sus errores se ven más. Tirar un caño o un taconazo en la zona de contención irrita cuando es una pérdida de balón. Yo no fallaba tanto, pero si el público veía que no participaba mucho, me pitaba», rememora Fernando.

Unos años antes, finales de los 70 e inicios de los 80, Ángel Castellanos vivió en persona la actitud vacilante de la gente de Mestalla. Centrocampista omnipresente y corporativo, muy bien considerado por sus compañeros, regularmente ponía de los nervios a la afición por su ritmo parsimonioso. Futbolista «diésel», le bautizaron. Y recurría con frecuencia al «caracoleo», uno de los gestos que más identifican al de Coslada. «Yo disfruté muchísimo, porque teníamos el mejor centro del campo de Europa. Cuando no veía a algún compañero, rara vez, entonces me complicaba. Pero me quedé con las ganas de saber por qué me pitaban», recuerda Castellanos. Para centrocampista sosegado, Tomás González, otro «10» criticado con reiteración por la grada de Mestalla. «Tomás se parecía a Parejo. Era introvertido y mantenía mucho la pelota en su poder. Eso se paga», atestigua Fernando.

Y Kempes. Mestalla le pitó a Kempes, el mejor futbolista de su historia, aunque su caso se debe más al síndrome del ídolo caído. Ocurrió en su última temporada. Con el hombro maltrecho, sufrió mucho en el campo, como no se ha cansado de repetir constantemente. También recibió pitos David Albelda, el capitán de las dos últimas ligas. Pero no tuvo nada que ver con la funcionalidad de su fútbol. Denunció al club después de que el entonces presidente, Juan Soler, decidiera, Koeman mediante, apartarlo del equipo.

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