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Análisis

Un grande de Europa sin patrocinador

El Valencia es, junto al Sevilla, el único club en el top 20 de la UEFA que no tiene publicidad en su camiseta. La entidad de Mestalla ha pasado de exigir 10 millones a plantearse aceptar sólo 6 «kilos» - El último «main sponsor» fue Jinko Solar, con Manuel Llorente, que aportaba 3 millones de euros

Albelda y Soldado posan junto a Manuel Llorente con el último patrocinador el día de su presentación. EFE/J. c. Cárdenas

El Valencia va a cumplir su tercera temporada sin lucir un patrocinador principal en su camiseta. El último «main sponsor» que se pudo ver en el pecho de los jugadores fue la empresa de energías de renovables china JinKO Solar, que reportaba unos ingresos anuales de 3 millones de euros y cuyo acuerdo no fue renovado en el verano de 2014 por parte de Amadeo Salvo. Desde entonces, la entidad de Mestalla, „primero con Louis Vicente Douwens y ahora con Peter Draper al frente del área de negocio„ ha tratado de subastar su camiseta con un precio de salida, entre 8 y 10 millones de euros, que no ha atraído ninguna oferta de calado. En una entrevista concedida a Levante-EMV desde Singapur, Draper reconocía que el Valencia podía bajar su listón a los 6 millones y que se había rechazado un buen ofrecimiento por motivos éticos.

Con anterioridad al aterrizaje de Peter Lim en el club, Salvo anunció en Junta de Accionistas que el Valencia tenía un acuerdo muy avanzado con Turkish Airlines, que se frenó por orden del millonario singapurés. Eran días en los que desde el club se anunciaba el desembarco de un gran patrocinador.

La ausencia de publicidad afecta a varios clubes de Primera división pero es más inusual en los grandes conjuntos europeos. Un grupo selecto al que todavía pertenece el Valencia, clasificado en decimonoveno lugar del «top 20» de la clasificación UEFA, que agrupa a los mejores clubes del continente con un coeficiente que computa los méritos deportivos acumulados en los últimos cinco años. En esa lista, solo otro club tiene su camiseta «limpia», el Sevilla FC. Un caso que se puede entender por la voluntad del conjunto hispalense de exigir más dinero tras ganar tres ediciones seguidas de la Liga Europa.

Entre los principales clubes europeos abundan los patrocinios de capital árabe. Fly Emirates esponsoriza al Real Madrid (32 millones anuales), París Saint Germain (28 millones), Benfica (8 millones) y Arsenal (40 millones). Otros 40 millones destina Qatar Airlines al FC Barcelona y el Manchester City recibe 27 millones de Etihad Airways, que también da nombre a su estadio.

La fortaleza de las economías europeas se refleja en los campeonatos locales. Por ejemplo, la presencia en suelo alemán de grandes multinacionales, la modernidad de los estadios heredada del Mundial 2006 que favorece la asistencia de unos espectadores con buena disposición económica y alto nivel de consumo, favorecen la llamada de patrocinadores. El Bayern recibe 33 millones de Telekom, el Borussia Dortmund tiene firmados 27 millones de euros anuales con el gigante químico Evonik y el Schalke 04 ingresa 20 millones de Gazprom.

En la lista destaca la fidelidad de algunos clubes a su esponsor de siempre, renunciando a la tentación de contratos mejores a cambio de asegurar una suma regular de ingresos de empresas radicadas en la misma región. Es el caso del Nápoles, con la distribuidora de agua mineral Lete (6 millones al año) y el Basilea, con la compañía farmacéutica suiza Novartis, con sede en la misma ciudad. Ambos acuerdos se remontan al año 2004. El Valencia ha mantenido acuerdos similares con empresas valencianas. Se estrenó con la imagen de Caja de Ahorros de Valencia, la posterior Bancaja, en 1985, y también firmó convenios con marcas turísticas institucionales como Mediterrànea o Terra Mítica. La honda crisis del tejido financiero valenciano ha hecho desaparecer, de momento, la posibilidad acuerdos similares. Por el camino hubo apuestas fallidas como «Valencia Experience», bajo mandato de Juan Soler, y que en 2008 prometía 6 millones de euros por curso y no pagó un solo céntimo.

Entre los veinte clubes con mayor valor deportivo, el club que más ingresa por la publicidad de su camiseta es el Chelsea, con los 55 millones por temporada de la firma de neumáticos japonesa Yokohama Tyres. Por otro lado, conjuntos de la misma escala competitiva del Valencia se sitúan en una horquilla entre los 5 millones del Bayer Leverkusen con la compañía electrónica LG y los 11 millones que percibe el Atlético de Madrid por Plus500, proveedor de servicios en línea a clientes minoristas. Los clubes del Este de Europa se cuelan gracias al mecenazgo de sus oligarcas propietarios. Así, en la camiseta del Shakhtar Donetsk aparece CKM, un grupo financiero diversificado en minería, metalúrgica, energía, finanzas, y telecomunicacionesde la que fue fundador, Rinat Akhmetov, propietario de la entidad. Como curiosidad, hay clubes con grandes esponsors fuera del «top 20». Se lleva la palma el Manchester United, rey mundial con los 71 millones que recibe de Chevrolet, o los 27 millones del Liverpool con St Chartered.

La realidad económica y deportiva del Valencia se ha dejado sentir en otros indicadores. El club de Mestalla no aparece en las dos últimas ediciones del «Football Money League», la auditoría con la que Deloitte evalúa a los 30 clubes del mundo con mayores ingresos. La causa está en el considerable aumento financiero de los equipos de la clase media de la Premier League tras el último convenio televisivo. La consultora Brand Finance, en su informe de este año, sobre la capacidad de seducción de las principales marcas futbolísticas, relegaba al Valencia a la posición 48. En 2011 el Valencia ocupaba la plaza 21. El retroceso coincide con la ausencia del equipo blanquinegro en varias ediciones de la Liga de Campeones, el desgaste deportivo por la sucesión de entrenadores y la falta de ingresos atípicos de un club cuya dependencia de los derechos de retransmisión televisivos supera la mitad del presupuesto.

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