No sé si habrán caído en la cuenta, pero ha llegado el 30 de enero. Las últimas horas del mercado de fichajes. Entramos, por tanto, en esa fase de la temporada -que se repite de forma idéntica a finales del mes de agosto- en la que Peter Lim coge el mando de la Play Station y se pone a jugar con sus amiguetes virtuales. El modo on line del magnate, fundamentalmente cuando logra la conexión con Portugal, es para echarse a temblar. Mucho peor que derramar un litro de Bezoya sobre el cogote de un gremlin. Así que no descarten nada. Es evidente que las limitaciones del Fair Play Financiero condicionan el margen de maniobra de la sociedad. Pero también lo es que, afrontando la venta de alguno de los jugadores básicos en el pasillo de seguridad del Valencia actual, sí habría capacidad para firmar más de un futbolista vía traspaso.
Y este es el punto en el que, una vez más, hay que poner el énfasis en un dogma que Lim se salta a la torera. Por sistema. Ante el escenario de posibles ofertas por jugadores como Dani Parejo o Enzo Pérez, el propietario -por mucho que haya invertido casi 200 kilos- debería dejar el mando quietecito y escuchar a los que saben. Dejar que quienes cuiden de su inversión sean profesionales que trabajan para el Valencia y no para sí mismos. Llama poderosamente la atención que el entrenador, el que se comió el marrón de coger el equipo cuando estaba a un punto de la zona de descenso, lleve varios días insistiendo en que él no haría movimientos sin conseguir que desaparezca el sonido de sables en torno a la figura de algunos de sus pesos pesados.
Estaría muy bien que, aunque fuera simplemente en un gesto de agradecimiento por su valentía a la hora de aceptar el cargo hasta junio, alguien en Meriton escuchara a Voro en lugar de priorizar lo que se dice en el grupo whatsapp de Gestifute. Conviene tener muy en cuenta que 13 de los 19 puntos que lleva el equipo en Liga han llegado con el hombre que desayunaba tornillos dirigiendo el vestuario.
En todas las entrevistas que concede, en todas las ruedas de prensa que realiza, el de L ´Alcúdia calca el discurso. Que no quiere fichajes, que se conforma con lo que tiene, que cuenta con Enzo y Parejo. 13 puntos de los 19 que lleva el Valencia, insisto. Y la mayoría de los jugadores de cara, que es un aspecto fundamental en un temporada empastrada como la que nos ocupa.
Otra cosa es, claro está, que Orellana se ponga a tiro por cuatro pesetas y, con el Fair Play como condicionante, haya que buscar salidas para jugadores que cuentan poco o nada como Bakkali y Fede Cartabia. Se trata de oportunidades de mercado que habría que aprovechar. Pero mover piezas del armazón de seguridad de Voro sin tener la permanencia asegurada sería, de nuevo, negligente. Además de ingrato con un profesional que está sacando las castañas del fuego días después de que otros, mejor remunerados y con mucho más ego, se marcharan a casa con el equipo en caída libre. A ver si por una vez no predicamos en el desierto.
