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La Pizarra

El Valencia compite

El equipo cae ante el Barça pero mejora la imagen que ofreció en el Calderón

El Valencia compite

Ni el Valencia ni su afición pueden estar contentos con el resultado de ayer ante el Barça, una derrota nunca es plato de buen gusto y menos el hecho de haber encajado cuatro goles, pero lo cierto es que el equipo de Voro compitió en todo momento (luchó incluso con diez futbolistas) ante un rival que pelea por el título de Liga. El Valencia mejoró la imagen ofrecida ante el Atlético en el Calderón, y el objetivo en lo que queda de campeonato no es otro que ofrecer una imagen más que digna y defender el histórico escudo que llevan en el pecho. Estas son las claves del encuentro de ayer:

Buen planteamiento de inicio de Voro y bien ejecutado por los futbolistas en el campo

El Valencia salió con un plan muy claro. Voro había estudiado minuciosamente al Barça. El equipo estaba bien ordenado y plantado en el terreno de juego, apretaba arriba cuando tenía la opción, y trataba de salir con rapidez a la contra cuando recuperaba el balón o cuando surgía la ocasión. Pero aún así, y pese a ser un equipo organizado, el Valencia pasó sus apuros de inicio. Porque el Barça tiene mucha calidad individual y pese a que el equipo valencianista estaba bien situado, los azulgrana disfrutaron de ocasiones para inaugurar el marcador en jugadas de Luis Suárez o Messi. Pero lejos de que el encuentro fuera un monólogo azulgrana, el Valencia también tuvo sus ocasiones de gol. Porque Carlos Soler rindió a un magnífico nivel ayer, pudo inaugurar el marcador de un potente disparo que enmudeció al Camp Nou a los veinte minutos de un partido abierto. Más tarde sería Munir el que tendría una ocasión muy clara de marcar, en un mano a mano ante Ter Stegen que el portero azulgrana pudo despejar. El Valencia estaba bien situado y el planteamiento de Voro se evidenciaba acertado.

La clave estaba en aprovechar las bandas ante la defensa de tres

Una de las claves del partido estaba en las bandas. Sobre todo porque el Barça jugaba con defensa de tres, y el Valencia disfrutaba de ventaja numérica en la media. La velocidad de Cancelo para desbordar por la banda derecha, con las espaldas cubiertas por Montoya, y la de Orellana por la banda izquierda, tenían que ser determinantes. El ex del Celta tenía un carril libre por delante puesto que Rakitic sufría para bajar y auxiliar a sus compañeros. En este sentido, Cancelo fue de más a menos, le faltó el último y decisivo pase, y en defensa no anduvo fino. Orellana, por su parte, no estaba tan acertado como acostumbra. En el Barça, tal y como apuntábamos, todo se confiaba en la calidad de sus tres delanteros y en el buen momento de forma de Neymar. El brasileño es un jugador desequilibrante y lo demostraba cada vez que tocaba el balón. Sin embargo, en el fútbol colectivo, el equipo de Luis Enrique es un equipo dominante pero ha modificado un poco su estilo, se beneficia de los fallos del rival incluso del contragolpe, y le cuesta más ante defensas muy ordenadas.

Del gol de Mangala a la remontada azulgrana y a un encuentro loco

El Valencia inauguró el marcador a la media hora en un saque de esquina. Parejo centro al área y Mangala aprovechó su potencia para marcar de cabeza. Las jugadas a balón parado eran otra de las armas que el Valencia podía aprovechar y fue en una de ellas cuando el francés adelantó a su equipo. Sin embargo, el Barça no estaba dispuesto a dar tregua. Cinco minutos después, Luis Suárez se aprovechó de un despiste defensivo de Garay tras un saque de banda para empatar el partido. Y Messi, de penalti cometido por Mangala sobre Luis Suárez, establecería el 2-1. El francés sería expulsado. En un tramo final del primer tiempo loco, Munir empataba gracias a una espectacular combinación entre Soler y Gayà, y al descanso se llegaba con un ilusionante empate pero conscientes de la dificultad que iba a suponer jugar con diez en la segunda mitad.

El Barcelona marca muy pronto, pero el Valencia no le pierde la cara al partido

El partido se iba a complicar en la segunda parte. Pero demasiado rápido. Messi adelantó al conjunto azulgrana cuando no se habían cumplido ni diez minutos de la segunda mitad. Pero pese al 3-2, el Valencia no le quiso perder la cara al partido. Ni aunque estuviera jugando con diez y que el rival fuera el Barça. Los de Voro quisieron estar en partido en todo momento. Y aprovechar sus ocasiones tanto a la contra como a balón parado. Ese fue el mensaje del entrenador cuando metió en el campo a Zaza. Pero era un riesgo. Que se tradujo con la sentencia de André Gomes.

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