Los Gil de Pareja, Carles y Nacho, se metieron en la cabeza que querían ser jugadores de Primera División. Y en eso están. De ese «fundamentalismo» deportivo puede salir algo grande. Porque ambos tienen una ambición por demostrar el fútbol que llevan dentro, que no les importa renunciar al confort que les puede ofrecer el Valencia, si no demuestran jugando jornada a jornada que pueden ser útiles. El primero, que el domingo visita Mestalla con el Deportivo, ya lleva camino recorrido por el Elche y el Aston Vila. El segundo, despunta en el filial, y varios fueron los clubes que se interesaron en su contratación.
Carles Gil de Pareja Vicent (València, 22-11-1992) fue el primero de la saga en despuntar. Se formó en las categorías inferiores del Valencia CF, llegó a debutar con el primer equipo, y tras alcanzar la internacionalidad absoluta en categoría sub-21 con Julen Lopetegui como seleccionador, se marchó de Mestalla para hacerse un hueco en el mundo del fútbol profesional.
Tras una cesión al Elche, en la que explotó al máximo sus cualidades con Fran Escribá en el banquillo, regresó al Valencia con afán de triunfar. Ya había salido del cascarón futbolístico en Segunda División, y confiaba en poder convertirse en jugador de Primera División en en el club en el que se había formado.
Nuno Espírito Santo lo tuvo en su plantilla, pero el club nunca acabó de tomar la decisión de hacerle un contrato de larga duración con el mayor de los Gil para que se quedara en el Valencia. Esa fue la segunda vez que casi se le cierran las puertas en su propia casa. Porque, años ha, cuando era jugador en infantiles, un Carles Gil que formaba parte de una magnífica generación de jugadores junto a Bernat, Isco, Fede Cartabria o Alcácer, casi fue descartado. La intervención de un técnico de la casa, evitó su salida.
Muy pocos se podían imaginar que años más tarde llegara incluso a jugar en la liga inglesa. Fue en 2015 cuando el Aston Vila hizo una oferta por Carles Gil de 4,5 millones de euros y un contrato hasta 2019. El Valencia no dudó un instante en darle salida. Si se quedaba tendría muy pocas opciones de jugar y el futbolista no tenía miedo a iniciar una aventura por una de las mejores ligas del mundo.
Tras su paso por la Premier League, y la dificultad de adaptarse a un fútbol tan distinto como el británico, Carles Gil aceptó la propuesta de cesión del Deportivo y volvió a la Liga española. Sus inicios no fueron fáciles, pero poco a poco comenzó a disfrutar de minutos y de la confianza de Pepe Mel. Aún así, y pese a que en el Valencia nunca han acabado de creer en sus prestaciones, el club todavía se reserva un derecho de tanteo en una futura venta y una comisión de ese traspaso en el caso de no ejercerla.
El otro miembro de la familia, el de reciente explosión futbolística, es Nacho Gil de Pareja Vicent (València, 9-9-1995). El delantero del filial, uno de los jugadores más desequilibrantes de la cantera, atraviesa ese momento en el que sabe que necesita dar un paso al frente para ser futbolista. Y lo quiere hacer en Mestalla. Pero, si no es posible, buscarse la vida al igual que hizo su hermano en cualquier otro equipo. Aunque acaba contrato en 2018, ofertas ya ha tenido. Desde el Alcorcón al Valladolid, cuando estaba Braulio Vázquez, pasando por el Villarreal que lo quería para reforzar a su filial o incluso el Alavés.
Precisamente fue el equipo vitoriano el que se interesó en el fichaje de los dos hermanos Gil de Pareja. La intención del Alavés era la de incorporar a Carles al primer equipo, y ceder a su hermano Nacho para completar su formación antes de que jugara en Mendizorroza. Y que en un futuro los dos hermanos formaran parte de la primera plantilla del Alavés. Pero el primero tomó otro camino, y el club vasco no quiso quedarse solo con el menor de los hermanos. Cuando todo parecía que Nacho se iba a Vitoria cedido, la operación se truncó. Nacho Gil ya sabe lo que es debutar en el primer equipo del Valencia. Lo hizo esta temporada, precisamente ante el Alavés, con Voro.
