Los empresarios y expresidentes del Valencia CF, Juan Bautista Soler y Vicente Soriano, volvieron ayer a encontrarse en la Ciutat de la Justícia. Un retraso de 25 minutos -por problemas informáticos- en el inicio de la vista en la que se juzga a Soler por el presunto intento de secuestro de Soriano hizo que ambos compartieran espacio vital. Juntos pero no revueltos en el vestíbulo frente a la Sección Segunda de la Audiencia de València que debe dirimir los hechos. Veinticinco minutos de retraso en los que ambos se espiaban, miraban a hurtadillas y se ignoraban.

En el interior de la sala, Soriano declaró a sólo un metro de Soler, sentado en el banquillo de los acusados. Soriano acudía como testigo y como víctima del supuesto plan para secuestrarlo. Pero aprovechó la ocasión para ajustar cuentas. Y lanzar puyas a su actual enemigo con el que, años atrás, tuvo "cierta relación" aunque no llegaran a ser "amigos". Soler permaneció inmutable durante toda la comparecencia. No llegó ni a removerse en la silla cada vez que se aludía a él directamente. Soriano sí lo miraba de reojo cada vez que lo mencionaba en su declaración.

El empresario explicó que supo por la policía que "alguien quería hacerme daño, por motivos económicos". Además de vigilarlo discretamente, "me aconsejaron que cambiara mis rutinas". Los detalles del supuesto secuestro se los dió el confidente de la policía y profesional del robo con violencia, Rachid Behdaoui, ahora prófugo de la justicia.

"Me contó que había una persona que me quería hacer mucho daño y que esa persona era Juan Bautista Soler. Aunque me quedé extrañado", explicó el empresario nacido en Puçol. Soriano se quedó blanco cuando vio un dossier "con fotografías mías y de mi esposa, porque hacía tiempo que me seguían". Y con documentación sobre su patrimonio que eran "absolutas barbaridades, patrañas, ciencia ficción recopiladas al dictado de Soler".

El plan, según le explicó Rachid Behdaoui, consistía en que "querían secuestrarme en la cafetería donde desayuno todos los días, ponerme en una furgoneta. Trasladarme a Francia y, después a Panamá. Mientras me irían cortando cosas [en referencia a dedos o las orejas] para enviárselos a mi familia hasta que pagaran lo que a ellos les diera la gana. Entonces me soltarían en una gasolinera, drogado, con estupefacientes y un poco de dinero". Dos colombianos serían los autores materiales del secuestro, coordinados por Rachid Behdaoui quien prometió a Soriano que no ejecutaría su parte del acuerdo. En ese primer encuentro no pidió nada a cambio. "Sólo que cuidara a su familia si le pasaba algo".

No hubo oportunidad de más encuentros. Al día siguiente, la Policía nacional detenía a Soler y los dos empresarios por su implicación en el supuesto secuestro. "¿Por qué querría secuestrarlo Soler?", se le preguntó a Soriano. Una respuesta que aprovechó para soltar las mayores andanadas contra su antecesor al frente del Valencia CF. "Él tenía en mente, con un fundamento muy rebatible, que existía un motivo económico que él y yo sabemos que es falso", explicó Vicente Soriano al tribunal. Y añadió que es cierto que "existe una sentencia a su favor, que hay que respetar, pero que no es justa", defendió en referencia al auto del Supremo que le obliga a pagar 39 millones de euros a Soler por la venta de acciones del Valencia CF. "Rachid también fue muy reiterativo en que Soler era un sinvergüenza y un estafador. Que lo había contratatado para secuestrarme y que era muy mala persona". El confidente de la policía también le reveló que "yo tenía 15 millones de euros en efectivo en mi casa. Una mentira calenturienta como sólo puede salir de la mente del señor Soler".