El partido medía a dos equipos con aspiraciones diferentes. La UD Las Palmas venía muy apuruda en la clasificación y sin acabar de responder al cambio de entrenador. El Valencia, en cambio, tenía la oportunidad de colocarse segundo tras el pinchazo del Atlético de Madrid.
Buen inicio y gol de Mina
El partido empezó de la mejor manera posible, con una doble ocasión calcada de Santi Mina tras saques de esquina. En la segunda llegó el 0-1, que hacía prever un paseo en lancha por parte del Valencia. Parecía que había calado el mensaje de Marcelino después de la primera parte del Alavés.
Centro del campo inédito
Cabe destacar que el Valencia afrontaba el duelo con un centro del campo inédito con la pareja formada por Coquelin y Kondogbia. En el caso de Coquelin, el francés tuvo una labor gris, aunque no se le puede negar su trabajo. Sin embargo, el equipo notó la ausencia de Parejo en el campo.
Expulsión inexplicable de
Gabriel y defensa mermada
La expulsión de Gabriel Paulista fue clave. La roja es inexplicable porque puede ser o no penalti, pero las protestas del futbolista del Valencia no se pueden permitir a estas alturas. Además del gol, Gabriel dejó al equipo con diez jugadores.
A partir de ahí el partido fue de la UD Las Palmas y el Valencia tuvo que modificar su defensa, que pasó a ser de tres. Tras la amarilla a Montoya, además, los tres tenían tarjeta. Con ello, el Valencia lo intentó con los cambios, porque tenía artillería pesada en el banquillo. No obstante, cuando pudo ponerla sobre el césped, defensivamente el equipo estaba mermado con un hombre menos que el rival, a lo que se sumó en los últimos minutos la expulsión de Vezo. Derrota dura e inesperada para el Valencia.