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Entrevista

Jaume Doménech: "Este equipo es fruto del respeto al trabajo"

Jaume Doménech (1990) lleva la conversación al mismo punto pasional con el que cada día se deja «la vida» en los entrenamientos: expresivo, emotivo y con dotes naturales de líder que Marcelino ha sabido detectar y recompensar

Jaume Doménech: "Este equipo es fruto del respeto al trabajo"

P En la pretemporada en Évian dijo a Levante-EMV que detectaba «un aroma de nueva época» en el Valencia. Con tal acierto, díganos cómo llenar la quiniela.

R (Risas). Yo notaba unas diferencias en el trabajo, en la disciplina que se estaba implantando. Pienso que esa es la única manera, humildemente, de conseguir los resultados. Igual tampoco pensábamos que iba a ser tan rápido y radical el cambio, pero el equipo se lo ha creído, ha trabajado muy duro. Nos hemos sacrificado todos y el resultado es fruto de todo ese trabajo.

P ¿Qué tecla ha tocado Marcelino? ¿La intensidad en el trabajo, el rigor táctico tan definido?

R En todas las parcelas ha intervenido. Tanto en organización del equipo, en organización del trabajo, de horarios y disciplina. Hay una rutina de trabajo en la que aspectos como los horarios y respeto son factores fundamentales. Lo primero para que un grupo humano pueda trabajar y rendir son esos aspectos. Este equipo es fruto del respeto al trabajo y de la importancia de los mínimos detalles. Se han cuidado al máximo y ahora son una rutina que todo el mundo sigue. El que viene ya se adapta a esa inercia. Es obvio que Marcelino es un gran entrenador y el equipo tiene una identidad dentro del campo, pero todo se basa en esos detalles.

P ¿Tanto han cambiado los entrenamientos?

R Sí. Tácticamente trabajamos mucho. Dependiendo del partido trabajamos más unos aspectos u otros. Nos centramos mucho en el trabajo defensivo, en la finalización de las jugadas de ataque. Pero insisto en que no solo lo que pasa en el campo ha sido importante en este equipo.

P Ha sido titular en la Copa, en la que se llegó muy lejos. ¿Siente que ha recuperado importancia?

R En cuanto a partidos jugados, no es que me sienta más importante, porque uno siempre aspira a jugar más. Pero sí es cierto que me siento más importante porque Marcelino me ha dado mucha confianza. Me ha demostrado que confía en mí. A nivel grupal, el hecho de ser uno de los capitanes es una responsabilidad añadida que se agradece. A nivel de jerarquía en el grupo y de confianza en el cuerpo técnico, me siento reforzado y satisfecho. Eso no quita que quisiera jugar más y que lo pases mal cuando no lo haces.

P Palop decía que lo pasaba mal cuando salía del túnel porque, en vez de seguir recto, le tocaba girar a la izquierda. Para un valencianista debe ser más duro no jugar casi nunca en Mestalla.

R Siempre se pasa mal si no juegas. Pero a pesar de ello mantengo mis sueños y metas. Yo lucho mucho porque creo en mí y en mis posibilidades.

P ¿Ha pensado en cambiar de aires?

R De momento no. Estoy convencido de que mi sitio está aquí y de que puedo aportar mucho al Valencia.

P Marcelino dice en privado que usted es mucho mejor portero de lo que pueda aparentar. Que no está por ser un tipo carismático.

R Me lo ha transmitido a mí también. Tengo una complicidad total con Marcelino. Desde el primer día me ha transmitido esa idea y pensamiento. Yo estoy agradecido y convencido de que lo que dice es de verdad.

P En esos partidos que le pone por sorpresa, ¿le avisa previamente?

R La Copa sí sabía que iba a jugarla, pero el resto ya son cuestiones de vestuario. No las ha hecho públicas Marcelino y tampoco lo haré yo.

P Sí hizo público que le consideraba «una bendición» para el equipo. Lo dijo un entrenador que siempre prefiere hablar en un sentido colectivo.

R Sentí esas palabras como un honor. De un gran entrenador con el que comparto tantos valores profesionales, que diga esas palabras sobre uno, es un premio al trabajo de cada día.

P Un jugador que no es titular, ¿cómo puede llegar a tener ascendiente sobre sus compañeros?

R Se debería preguntar a mis compañeros, porque yo no tengo ni idea. Yo me limito a venir por las mañanas, me pongo a currar hasta el último minuto que me voy, y me presto a ayudar. Solo eso.

P Pero alguien, cuando no juega, se le remueve cierta mala leche. ¿Cómo lo concilia para no dejar de ayudar?

R Si yo no juego, no es culpa de ningún compañero. Todos mis compañeros entrenan a muerte cada día, les considero mi familia. Yo quiero que ese equipo gane siempre. Si no juego, estoy jodido conmigo mismo y me digo: «Si ya me rompo los cuernos, mañana me voy a matar más para poder jugar». Mi manera de sobrevivir es venir cada día y dejarme la vida y demostrar que estoy preparado para jugar. Que si es necesario, puedo ayudar al equipo. Yo me dedico a dar todo lo que tengo y parar todo lo que puedo. Y así me voy a casa, sintiendo que he hecho mi trabajo.

P ¿En qué consiste su carisma?

R Es algo que se ve desde fuera. No puedo definir mi carisma. Soy así.

P Pero desprende algo especial en quienes le rodean. En el vestuario se nota ese intangible.

R Es mi manera de ser. No puedo explicar algo que es innato. Si me preguntas qué he hecho para detener un balón, te puedo decir que me he posicionado, que la he blocado. Pero lo otro... Soy competitivo y currante.

P Aparte de las cualidades profesionales, ¿la exhibición del orgullo de pertenencia que usted muestra da puntos en la clasificación?

R Yo pienso que sí. Creo que es imprescindible que el Valencia tenga jugadores valencianos que sientan lo que es el club. O no necesariamente valencianos, pero gente que aunque venga de fuera, como han demostrado este año muchos fichajes, que se identifican y dan la cara y el alma por este club. El sentido de pertenencia es necesario para el éxito.

P Este año coinciden varios. Carlos Soler, Toni Lato, Nacho Vidal, José Luis Gayà, Ferran Torres, usted...

R Y también hay gente que ha venido de fuera y se quiere quedar.

P ¿Por ejemplo?

R Muchos. Han venido de otros países y han demostrado que quieren al club. Han visto una afición entregada, un club en el que progresar.

P Ahora nadie quiere irse. Después de tragar los dos años malos, toca disfrutar de lo bueno.

R La mayoría quiere quedarse, trabajar duro en verano y continuar con la identidad conjunta que estamos creando.

P ¿Cómo le sientan los goles que le dedican Mina y Zaza?

R Son más que compañeros. Tenemos una relación de amistad muy fuerte. Ellos me ven que no estoy jugando y tienen el detalle de cuando marcan venir con ese mensaje: «Hermano, estamos contigo. Igual que tú estás con nosotros a muerte cada día».

P La experiencia de ayudar a su abuelo siendo un niño con el ganado, ¿ha tenido alguna enseñanza hoy aplicable al fútbol? ¿El valor del sacrificio, del sentido de la responsabilidad?

R Así es. Desde bien pequeño he estado con las vacas y los toros, trabajando a tope todo el día, limpiado pesebres. He llegado a pastar a todo el ganado yo solo, con 10 años. Al final, cuando llevas al ganado debes saber cómo llevarlo, liderarlo. Son muchos animales, puede ser que te forje.

P Ha mamado el trabajo desde pequeño.

R Desde siempre. Cada verano había que arrimar el hombro por la familia. Y bien a gusto. No influyó en los estudios, en los que llegué hasta segundo de Bachiller porque ya entrenaba cada día y se hizo difícil.

P ¿Se pueden comparar los estilos de Alves y Neto?

R Para nada. Los dos son grandes porteros, pero cada uno tiene unas características distintas. Hacer un análisis no me gustaría, porque supondría opinar.

P ¿Cómo vivió el momento álgido de la tanda de penaltis de Mendizorroza?

R Buah! Qué emocionante fue. Me subían unos escalofríos, si supierais... madre mía. Fue un partido muy tenso, se nos puso el partido complicado, pero estábamos muy ilusionados. Fue emotivo, un sueño. Sentí mucha felicidad. Me acordé de mi abuelo. Ojalá me hubiera llegado a ver, clasificando a nuestro equipo para semifinales... Le di una gran alegría a todo el mundo.

P ¿Qué tal lo lleva con los árbitros?

R Me encanta Mateu Lahoz. Es de la tierra y hay que apoyarlo a muerte.

P Bueno, qué temporada viene. Champions, centenario. Muchas emociones, ¿eh?

R Queremos certificar cuanto antes el objetivo. Y luego ya disfrutar de una temporada muy especial, con la Champions y su música, Mestalla...

P Y disfrutar de la Champions. La última vez no fue una experiencia grata. Eliminados, los tres goles que le marcó Hulk...

R Jugué toda la fase de grupos y caímos eliminados. Esta vez molaría pasar, ir a las eliminatorias. Estamos más maduros.

P Pero no deja de ser un equipo joven, para los retos que vienen el año próximo. ¿Tendrá un buen equipo el Valencia?

R Ahí no me puedo meter. Son decisiones de Mateu Alemany y la secretaría técnica. Pero este año el equipo, con la juventud que tiene, ha demostrado madurez para alcanzar el objetivo.

P ¿Hubiese hecho un buen papel este equipo este año en la Champions?

R Estoy convencido de que sí.

P ¿Con cuáles de sus paradas se queda?

R Como parada, la mejor que hice fue contra el Eibar. Sergi Enrich me remató a un metro y me salió la mano sola. En serio que no sé cómo saqué el brazo. Fue brutal.

P ¿Y un partido?

R Evidentemente el del Alavés. Pero me quedé jodido porque me marcaron dos goles.

P Han reducido los goles encajados a la mitad.

R Tenemos un orden muy definido, tanto de trabajo como de estructura. Para el portero, tener el equipo ordenado es una sensación muy gratificante. Lo ves todo muy claro. Mantienes el control y es más sencillo. Y tenemos muy buenos defensas. Fijaos en Gayà: ¡qué goles está evitando en las últimas jornadas!. Ya me salvaba goles cuando estábamos en el filial. Gayà es un animal.

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