El sombrero verde de la ciudad de Valencia, como le gusta decir a la alcaldesa cumplirá en 2010 veinticinco años de corte y confección. Dos de estas décadas bajo la batuta de Rita Barberá. Mucho ha llovido desde que el 15 de noviembre de 1985 el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) anunciara el «parque más grande de Valencia, de 283.000 metros cuadrados en la estación de Renfe». Ha sido un cuarto de siglo de gestación para un proyecto nonato y aspirante a entrar en el libro de los récords por las negociaciones y análisis que ha generado: cuatro convenios (incluido el actualmente vigente), un consorcio, cuatro diseños urbanísticos (contando el que van a iniciar ahora cinco equipos de arquitectos y paisajistas), una comisión gestora y una veintena de estudios.

Pese a las energías volcadas en esta gran manzana verde, a imagen y semejanza del Central Park neoyorkino a quien copió el nombre, este ambicioso proyecto tuvo la mala pata de toparse con una Renfe y varios responsables cenizos del Gobierno central que no creyeron en él. Así lo cuentan las crónicas de la época. Renfe mostró reticencias a enterrar sus vías bajo el Parque Central y presentó alegaciones al plan general en septiembre de 1986. El 30 de octubre de 1987 el presidente de Renfe, Julián García Valverde, tuvo la clarividencia de asegurar a Levante-EMV que «lo de construir un parque en las vías de Renfe es una moda pasajera».

La llegada de Joaquín Romero a la dirección de Renfe en Valencia, en noviembre de 1988, se traduce en una apertura de la compañía hacia las reivindicaciones del Parque Central de Valencia. Tras la aprobación del PGOU, en diciembre de ese año, se inician los contactos entre el Ayuntamiento de Valencia y Renfe. En marzo de 1989, la alcaldesa Clementina Ródenas y García Valverde por Renfe firmaron el primer convenio para el estudio de modernización del ferrocarril y su entorno y creación del Parque Central. El PGOU había dejado «las espaldas en alto en este ambicioso proyecto y remitió la ordenación del sector a un planeamiento diferido, sin abordar ninguna solución y delimitando un entorno criticable», según recuerda el equipo de arquitectos Rafael Rivera en su trabajo Aproximación al Parc Central y su entorno.

En 1989, Renfe convoca el primer concurso, restringido, para obtener ideas en el diseño del Parque Central. Cinco equipos de arquitectos atienden la demanda. Pero en 1992, la nueva presidenta de Renfe, Mercé Sala, archiva la iniciativa con la excusa de que «los proyectos imposibles no son proyectos». El ministro Josep Borrell rectifica este error y lo considerará «un proyecto de Estado», lo que se traduciría en la firma del segundo convenio, en 1994, para enterrar las vías y construir el Parque Central.

El PP llega al Gobierno central en 1996, con la amarga victoria, de José María Aznar, y también frena el proyecto con la excusa de «estudiar la red ferroviaria de Valencia». Aumsa convoca otro concurso restringido al que acuden cinco arquitectos, que nunca vieron la luz porque no gustaron a la alcaldesa. En marzo de 1997 el Ayuntamiento de Valencia convoca con la Fundación Thyssen el tercer concurso de diseño para el Parque Central. El 21 de junio de 1997 el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, anuncia que el proyecto del Parque Central de Valencia «no es prioritario». La insistencia de la alcaldesa permite firmar en 1999 un nuevo acuerdo para el Parque Central que no determina plazos de ejecución. Costaría 70.000 millones de pesetas y siete años de construcción.

En 2003, se firma el convenio para la Red Arterial Ferroviaria (actualmente en vigor) y sale a información púbica el estudio informativo. El túnel de alta velocidad se modificó en 2006 para evitar la afección al centro histórico y se aprovecha el cambio para diseñar un túnel apto para las Cercanías y dos estaciones en Aragón y Tarongers. En febrero de 2008, tras cuatro años de bocetos y debates, las tres administraciones pactan el diseño de la Estación Central de Valencia, obra del arquitecto César Portela. En octubre de de 2009, la sociedad Parque Central convoca el cuarto concurso de diseño del Parque Central al que se presentan 36 despachos de arquitectos. El viernes la alcaldesa de Valencia dio a conocer los cinco finalistas que tendrán cuatro meses para elaborar el cuarto diseño del Parque Central. ¿Será el definitivo?