Un paso adelante y otro atrás. Ese es el baile del Ayuntamiento en materia de alumbrado público. La alcaldesa activó en junio pasado un plan de ahorro que, entre otras medidas, apagaba la mitad de las farolas para reducir la factura de la luz. Ayer, Rita Barberá anunció que las luminarias se volverán a encender progresivamente. Se hará, apuntó, en la medida que se instalen los reguladores de flujo.

Rita Barberá respalda así la decisión de su concejal de Alumbrado, Juan Vicente Jurado, quien entre otros argumentos a favor del reencendido ha apuntado que ahora anoche más pronto y por tanto hay que encender más luminarias.

La alcaldesa recordó que la Concejalía de Alumbrado "ha incrementado de manera notoria el número de reductores de potencia y, por tanto, reductores de consumo". Inversión realizada con cargo al plan Zapatero. "Ello nos permite -añadió- compensar, neutralizar el gasto, para poder ir encendiendo un poco más, es decir, seguir manteniendo un consumo menor, en el marco de las políticas de austeridad".

A la pregunta de si contemplaba encender todas las farolas que se apagaron, la regidora aseguró que "a medida que reduzcamos el consumo, podremos ir iluminando más".

Entre las farolas que se apagaron figuran las del jardín del Turia y Viveros, las de las grandes vías y los puentes del Jardín del Turia, donde se encuentran historiados modelos de farolas de varios brazos y un elevado consumo.

El apagado de luminarias ha suscitado quejas en algunos barrios, como Patraix, donde los vecinos aseguran que la reducción de alumbrado aumenta la sensación de inseguridad. El PSPV criticó la decisión del concejal de Alumbrado, Juan Vicente Jurado, de apagar luminarias "sin ton ni son después de haber gastado 120 millones de euros en plantar un bosque de farolas la ciudad". El PSPV propuso al equipo de gobierno hacer una auditoría que determine con rigor donde apagar y dónde no.

La decisión de volver a conectar las farolas apagadas en junio para ahorrar llega apenas unos días después de que el Ayuntamiento de Valencia liberase, a través de un reconocimiento de obligaciones, 1,2 millones de euros para pagar parte de la deuda pendiente con su antigua suministradora de luz, la empresa Iberdrola.

La factura de la luz se ha convertido en un problema de primer orden para el ayuntamiento. El grupo municipal socialista advirtió la semana pasada de que si el gobierno local no logra moderar los consumos el año podría acabar con una deuda por la factura eléctrica de 21 millones de euros.

El concejal de Política Fiscal rebaja la deuda a 12 millones de euros (3 de 2009 y 9 de 2010). Las desavenencias entre Iberdrola -que presiona para que se le paguen los recibos atrasados- y el ayuntamiento ha llevado a este último a cambiar de empresa proveedora (el servicio se adjudicó recientemente a Unión Fenosa).