La empresa municipal Aumsa comenzará hoy mismo los trabajos de construcción del nuevo Pont de Fusta y la peatonalización del histórico Puente de Serranos, una obra que costará más de 10 millones de euros y que será la gran apuesta inversora del Ayuntamiento de Valencia en este ejercicio marcado por la crisis y los recortes presupuestarios. La idea es que los trabajos hayan terminado dentro de un año y que al menos la plaza que quedará delante de las Torres esté terminada para la "Crida" del año que viene.

Para marcar en el calendario el comienzo de las obras, ayer se acercaron hasta el actual Pont de Fusta (pasarela peatonal que une la estación del mismo nombre con la calle Muro de Santa Ana) la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el concejal de Circulación y Trasportes, Alfonso Novo, que pudieron pisar los tres tipos de pavimento que se utilizarán en el proyecto: adoquín de granito, losa de granito y madera.

Según explicó Rita Barberá, todo el proyecto nace de la idea de peatonalizar el histórico Puente de Serranos, que en la actualidad soporta 18.000 vehículos diarios y diez líneas de autobús. "Lo que queremos es protegerlo de esa carga de humo y contaminación que tanto le ha afectado y liberarlo mucho mejor para asegurar su continuidad en el tiempo", precisó.

Desvío del tráfico rodado

Y es para canalizar todo ese tráfico rodado para lo que se construirá el nuevo Pont de Fusta, que ahora es una pasarela peatonal y que se convertirá en un puente de tres carriles con una plataforma segregada para peatones, es decir, será un puente con dos plataformas separadas. El puente tendrá la misma dirección que tiene en la actualidad el de Serranos y la pasarela se hará de madera para preservar la esencia de la que se construyó en el siglo XIX y hubo que reconstruirse tras la riada de 1957, explicó la alcaldesa.

Por lo que se refiere al Puente de Serranos, el proyecto contempla la colocación de adoquines de granito en la parte central y losas de granito también en los laterales y en la replaza que quedará ante las Torres.

Para realizar las obras sin perjudicar a nadie, se hará una pasarela provisional para peatones y cuando se termine el nuevo Pont de Fusta y empiece a recibir tráfico de coches y personas se procederá al corte y peatonalización del puente histórico.

La previsión del Ayuntamiento de Valencia, según explicó el concejal Alfonso Novo, es terminar la obra para las Fallas del año que viene, en doce meses. Al menos quieren que el entorno de las Torres de Serrano, que, como se ha explicado, será la última parte del proyecto, esté terminado para la "crida", algo complicado por lo ajustado de los tiempos de ejecución, admiten.