Recientemente, aparecieron en la prensa valenciana unas informaciones episcopales, en las que se hacía un llamamiento a la juventud actual a favor de la presencia de los muchachos en los seminarios. Aunque no se aludía directamente a ello, se advierte que la escasez de puestos de trabajo actuales puede ser un motivo para que jóvenes se orienten hacia la vocación sacerdotal, disminuida en nuestra nación en las últimas décadas.
Hace hoy una semana, precisamente se presentó en el salón del antiguo seminario de la calle de Trinitarios, en Valencia, un libro que sirve de orientación para posibles vocaciones y que hace historia de una vida sacerdotal, con detalles de la misma. Presidió el acto el arzobispo, Carlos Osoro, y hubo una nutrida asistencia, con algunos miembros en ésta de medios de comunicación.
El texto al que aludimos se titula "¿Qué es para ti un cura? ¿Qué es ser sacerdote? Reflexiones sobre el sacerdocio en la Iglesia". Su autor es un veterano clérigo valenciano, Gaspar Navarro Fortuño, nacido hace 87 años en Alberique, que ingresó en el seminario metropolitano en 1941, fue ordenado sacerdote en 1948, y que ha desempeñado su ministerio, a lo largo de más de medio siglo, en parroquias de Dénia, Catarroja, Navarrés, Masarrojos, Alcoi y como párroco en los Santos Juanes de Valencia, donde ha permanecido 28 años hasta su jubilación, todo lo cual le ha hecho acreedor a que en alguna de las poblaciones se le haya nombrado hijo adoptivo. Actualmente, aunque emérito, continúa colaborando con su misión en este último templo parroquial de la plaza del Mercado.
El libro en cuestión, que viene muy a tono con el aludido llamamiento episcopal a los jóvenes, hace un detallado historial de lo que ha sido el seminario y el sacerdocio en los últimos sesenta años: referencia a textos de, entre otros, Benedicto XVI, José María Lahiguera, Emilio Sauras, Marcelino Olaechea Loizaga, Juan Luis Corbín, Emilio María Aparicio Olmos, Ramón Arnau, Joaquín Mestre y otros muchos clérigos, la mayoría con largo historial pastoral en Valencia.
Su autor dice textualmente: "Soy sacerdote desde el 27 de junio de 1948 hasta la actualidad. He procurado servir, llevando alegría y esperanza a donde me envió la Bondad Divina. He intentado ser en todo semejante a Cristo el Señor y siempre hacer el bien. Ruego a los que lean el libro que me ayuden a dar gracias al Señor".
En el acto de presentación, se recordó que, hace más de sesenta años, en aquel seminario de la calle de Trinitarios había 800 aspirantes a clérigo. El arzobispo Olaechea puso en marcha las nuevas dependencias de Moncada capaces para más de un millar de seminaristas. Y actualmente -¡ay!- no llega ni de lejos al centenar. Y esta campaña mueve a que los jóvenes, como antaño, se acerquen nuevamente a una vocación que después se siente satisfecha con la acción llevada a cabo, y no como "salida laboral", que en algunos tiempos como tal se vio.
