El edificio construido hace un año en la parcela que ocupaba el viejo balneario Marazul de Nazaret ha sufrido robos y ataques vandálicos que impiden su puesta en funcionamiento. Así lo ha denunciado Esquerra Unida y la Asociación de Vecinos de Nazaret, que asegura que la promesa municipal era poner en marcha este mes de octubre la Universidad Popular y no ha sido posible por el robo de las ventanas y los problemas de seguridad que ello conlleva.

Según explicó Julio Moltó, presidente de la Asociación de Vecinos de Nazaret, este edificio llega con 26 años de retraso, no se han tenido en cuenta las propuestas de los vecinos y cuando llega el momento de poner en marcha lo que ha decidido el consistorio vuelve a estar deteriorado.

El retraso de 26 años se debe a que el Ayuntamiento de Valencia y la Autoridad Portuaria firmaron un acuerdo en 1986 por el que Nazaret tendría en sus desaparecidos 40.000 metros de playa un parque público y un equipamiento, acuerdo que se ha cumplido sólo a medias: el parque existe, pero el equipamiento no.

La propuesta de los vecinos siempre ha sido aprovechar el espacio que ocupa el balneario Marazul para hacer un centro sociocultural y un auditorio anexo, propuesta que el consistorio ha venido aceptando hasta hace cinco años, dijo Moltó.

Finalmente, el edificio se rehabilitó con fondos europeos y con talleres formativos del barrio, pero, primera sorpresa, el edificio nació con defectos de construcción y tuvo que ser demolido desde el suelo, procediendo a levantar otro nuevo, esta vez con fondos del Plan Zapatero.

La obra, que costó 1,5 millones de euros, se terminó el año pasado pero, segunda sorpresa, sus usos han sido revisados, dejando fuera la opción del centro sociocultural y el auditorio y programando para sus tres plantas un Museo de la Huerta, un centro de juventud y la Universidad Popular. «Nosotros queríamos servicios para el vecindario y lo que han puesto han sido servicios municipales», explicó Moltó.

La sorpresa final ha sido ver que ni siquiera esos servicios pueden ponerse en marcha. Terminadas las obras el año pasado, el edificio sufre ya graves deficiencias. Según denunció Moltó y también la concejala de Esquerra Unida Rosa Albert, le han robado las contraventanas de aluminio y han destrozado bancos, lamparas y timbres, lo que deja el complejo en unas condiciones de seguridad muy precarias que necesitan de una nueva inversión, en este caso ya municipal. La situación es tal, dice el presidente vecinal, que la idea de abrir la Universidad Popular en el mes de octubre, con bailes de salón como actividad principal, no ha sido posible.

Abandono del barrio

Julio Moltó desconoce ahora si el consistorio procederá a la reforma del edificio o lo dejará seguir deteriorándose. Ellos sólo piden que lo que se vaya a hacer se haga ya.

Por su parte, Rosa Albert lamenta que «con una inversión de más de un millón y medio de euros, el PP vuelva a demostrar el abandono al que tiene sometido a este barrio». Tras realizar una visita al edificio, dice haber detectado también el fácil acceso al mismo, puesto que «el vallado exterior es de una altura fácilmente salvable y, por tanto, permite un fácil acceso al recinto, lo que ha provocado todo tipo de actos vandálicos y de robos».

Ante esta situación, Albert anunció ayer que va a preguntar en el pleno cuándo se va a abrir dicho centro, así como información respecto a cuantos actos vandálicos se han cometido en el mismo y la cuantificación económica de los daños».