La ampliación de un campo de fútbol situado en el cauce del Turia, ante las Torres de Serranos, está provocando innumerables quejas. La reforma se ha llevado por delante una parte del carril bici que se ha quedado inclinado y sin márgenes suficientes para un tránsito cómodo.

Su estrechez y la poca visibilidad en uno de sus giros ya han provocado más de un accidente entre ciclistas. Además, nada señala que se trate de un carril exclusivo para bicis y ni siquiera cuenta con margen para los viandantes. El resultado es que también ellos ocupan constantemente la vía complicando así aún más su circulación y provocando riesgo de atropello.

Pegado al muro y a las vallas, el carril no cuenta con un espacio adecuado, lo que impide el cruce entre los ciclistas. El descontento es especialmente acusado entre los padres y las madres de los cerca de trescientos escolares que juegan al fútbol en los campos, como miembros de algunas de las escuelas deportivas. Una de las mujeres señalaba a Levante-EMV que la proximidad del carril bici constituye un peligro.

Este no es el único tramo peligroso del carril en el Jardín del Turia. El mal estado del adoquinado, los baches, la inclinación o la inexistencia de plataforma en zonas transitadas están suscitando un descontento creciente.